La mayoría de ellos forman parte de una nueva generación de creadores que ya no quiere esperar más a que suene el teléfono y que se lanzan a la calle para contar sus propias historias. La fórmula es tan sencilla como genial; cinco funciones de menos de 15 minutos para menos de 15 personas y cuyo precio no suele superar los cuatro euros.

Creadores

Pero microteatro ya no es solo un refugio para nuevos creadores. Borja Cobeaga, director curtido en el mundo del corto y la televisión y que hace unos años sorprendió al público con su primer largo, Pagafantas, ha elegido el local de Loreto y Chicote como escenario de su primer minitexto teatral, All about Mari Carmen, sin evitar sentirse un intruso en este medio: «Escribir una obra de hora y media me parecería demasiado. Cuando el teatro me gusta, me gusta muchísimo, pero por mis orígenes en la televisión y el cine, la pantalla me crea mucha dependencia. Creo que el espectador es importante y yo soy espectador de cine y televisión. Con esta obra pequeña lo que he intentado es hacer lo que me gustaría ver».

fotoSala4Grande

Con menos prudencia y la misma expectación debuta en su dirección Inés de León. «En 15 minutos se pueden contar muchas cosas, lo que no sabía es todo lo que se puede contar en tan poco tiempo en un teatro con una sala tan pequeña». Pero son sus dos protagonistas, Bárbara Santa Cruz y Sabrina Praga, las que lidian con un público al que cautivar en un tiempo récord y a menos de un metro de distancia, donde escenario y patio se confunden. «Desde el momento en que la gente entra en la sala se puede sentir la energía y el ánimo que traen y en base a eso jugamos. Está siendo una experiencia genial».

Reincidente habitual

Otro autor ‘reincidente habitual’ del microteatro es Nancho Novo, y no es raro verlo muchas noches por sus salas después de bajar telón en el Teatro Fígaro y volver a llenar sus casi mil butacas por tercera temporada consecutiva con El Cavernícola. En su opinión, este teatro breve no pretende sustituir a los espectáculos de las grandes salas. «Creo que el microteatro hace un gran favor a mucha gente que tiene ganas de contar cosas. Es una alternativa muy económica que se está extendiendo ya por toda España. Es bueno, y espero que se me entienda, que dejemos de ver solo a Calderón de la Barca para ver cosas nuevas. Solo es un camino más que se abre».

Cierto es que desde algunos sectores del teatro y el arte en general se han mirado con recelo estas nuevas iniciativas, advirtiendo sobre lo peligroso que es para el oficio acostumbrar al público a algo inmediato y barato. Verónica Larios, actriz en la última obra de Novo, (X X)n > (X Y)0, y pieza clave en la directiva del microteatro, tiene la certeza de lo importante que es la búsqueda de nuevas fórmulas en tiempos de crisis. «La novedad no se mantiene y creo que ésto sí se va a mantener. Es un chute de teatro y un chute fuerte. Fijas tu atención en la historia sentado a dos palmos de los actores. No hay adornos ni florituras, no te pierdes ni despistas. Estamos llegando muy poquito a poco, pero estamos llegando. ¿Necesario? Necesario es comer, nosotros hacemos teatro para aquellos que quieran venir a pasar un rato con nosotros».

Madrid. Microteatro por Dinero. C/ Loreto y Chicote, 9.