Una de las obras más espectaculares de la colección Thyssen-Bornemisza vuelve a su ubicación habitual tras haber sido sometida a un minucioso proceso de estudio y su posterior restauración, por primera vez a la vista del público, a lo largo de 2012, coincidiendo con el XX aniversario del Museo.

El Paraíso es una de las obras que Tintoretto ejecutó como parte del concurso para decorar la Sala del Maggior Consiglio en el Palacio Ducal del Dogo en Venecia.

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Espectacular boceto

Como explica Mª Eugenia Alonso, conservadora del Área de Pintura Antigua del Museo Thyssen‐Bornemisza, el Palacio de la Señoría de Venecia sufrió un incendio en 1577 que afectó tanto a la estructura del edificio como a gran parte de la decoración. Una de las dependencias dañadas por el incidente fue la sala del Gran Consejo, un espacio de enormes proporciones donde se reunían sus numerosos miembros, todos ellos patricios venecianos, que llegaron a sumar el millar en el siglo XVI.

El Gran Consejo decidía todas las cuestiones legislativas que afectaban a la ciudad. La tribuna de dicha sala estaba decorada con un fresco que el artista paduano Guariento había pintado hacia 1365 y, debido a su deterioro, se organizó un concurso para sustituirlo por una nueva pintura bajo el tema de la Gloria y la Coronación de la Virgen.

A la convocatoria, que pudo tener lugar hacia 1582, se presentaron los artistas venecianos más sobresalientes: Jacopo Palma el Joven, con el boceto para El Paraíso que pertenece a la Pinacoteca Ambrosiana de Milán; Veronés, con una composición ahora en el Musée des Beaux-Arts de Lille; Francesco Bassano con La Coronación de la Virgen, llamada El Paraíso del Museo del Ermitage de San Petersburgo, y Tintoretto con el lienzo El Paraíso que se conserva en el Museo del Louvre.

Fue este último artista quien, tras una serie de visicitudes, se hizo finalmente con el encargo. Sin embargo, según la hipótesis más recientemente aceptada, Tintoretto presentó como boceto para la sala del Gran Consejo una nueva versión, que es la que se conserva en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, y que difiere enormemente del boceto del Louvre que inicialmente había presentado al concurso.

Se trata de una obra del periodo de madurez del artista, que entonces contaba ya con setenta años, y en él se condensan todas las características de su estilo tardío como el empleo de figuras más compactas y el uso del claroscuro. La composición de la Coronación de la Virgen, inspirada en el Paraíso de Dante, se organiza en torno a los distintos grupos de ángeles, jerarquías religiosas y bienaventurados que, situados entre las nubes, rodean la escena central que representa el momento en el que la Virgen es coronada por su Hijo.