Como el mismo Ulises Illán certifica, lo primero para llegar a alguna conclusión es recabar los instrumentos que aparecen en sus pinturas: laudes, arpas, flautas, violas de gamba, violines o algún instrumento de tecla como la espineta, todos ellos pertenecientes a la «música baja», la que se tocaba en recintos más pequeños como salones palaciegos o en el ámbito doméstico y que, por tanto, ofrecía un sonido más delicado y dulce.

Lo segundo es hacer una selección de músicas coetáneas, que se correspondan con el estilo y la temática de sus cuadros. De la misma forma lo hizo hace unos meses Carles Magraner en su disco ‘El Greco. El viaje musical de Doménikos Theotokópoulos’. Así, Ulises Illán recoge un repertorio español que procede tanto del ámbito religioso como del profano y que intenta mostrar la personalidad del pintor ahondando en su psicología y en las «sensaciones y relaciones sinestésicas y retóricas» que nos ofrece cada una de sus obras.

Instrumentos de época

La música, grabada en lugares históricos de Toledo, como la Catedral, responde a una exquisita selección de obras maestras de compositores de la época, como Tomás Luis de Victoria, Francisco Guerrero, Diego Ortiz o Alonso Lobo. Todas la obras están interpretadas por la formación de música Nereydas, que el mismo Javier Ulises dirige.

El libro contiene, además, un recorrido paralelo por los cuadros más representativos del pintor -con imágenes de gran calidad- e información sobre la obra escogida para musicalizarlo. Así, por ejemplo, aparece El entierro del señor Orgaz hermanado con el motete Versa est luctum del compositor Alonso Lobo (Osuna, 1556 – Sevilla, 1628).

Después de tres años de intenso trabajo, sin duda una «andadura con muchas músicas y silencios», Javier Ulises reconoce en este libro que, al fin, cuando ve precisamente este cuadro del toledano, puede «escuchar los tristes lamentos de quienes lloran la partida de un gran hombre, pero también los cánticos de gozo de los serafines, de aquellos pequeños querubines y de esos tiernos ángeles que llenan la gloria de júbilo y el cielo de música».

Sobre el autor

Javier Ulises Illán es titulado en Grado Superior de Violín y licenciado en Historia y Ciencias de la Música. Formado como director de orquesta en Austria y Suiza, comienza su formación en la interpretación historicista de la música en Francia, con P. Herreweghe; y la continúa en Viena, con M. Huss; y en Lucerna, con H. Arman.

Ha recibido formación especializada en dirección de coro, ópera y violín barroco. Ha investigado sobre la música barroca misional, materia sobre la que ha publicado un estudio y realizado varias grabaciones. Es fundador y director de Nereydas, grupo musical seleccionado para la programación musical en los actos de conmemoración del IV Centenario del Greco.

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Angélico Greco. El cielo se llenó de música

Javier Ulises Illán – Nereydas
Editorial Cuarto Centenario
Páginas 82
Precio: 19,90 euros