En 2012 comenzaron las labores de restauración del Políptico de Gante, un proceso que se prolongará hasta 2019 en tres fases de aproximadamente año y medio cada una. Bart Devolder y Livia Depuydt, del Koninklijk Instituut voor het Kunstpatrimonium (KIK), son los encargados de dirigir una restauración que retomó su actividad el pasado septiembre.

El proceso de restauración tiene lugar en dependencias del Museo de Bellas Artes en las que ocho restauradores trabajan durante toda la jornada. Durante el tiempo en que los paneles no estén siendo restaurados se situarán lo más cerca posible de una pared de cristal para que el público pueda contemplarlos.

La Catedral de San Bavón, hogar original del políptico (antes conocida como la iglesia de San Juan de Gante) encargado por Joos Vijdt y Lysbette Borluut, acoge dos terceras partes de la obra original, sustituyendo los paneles en restauración por reproducciones en blanco y negro.

Por su parte, el Convento de los Hermanos Carmelitas (Caermersklooster) acoge una exposición permanente que profundiza en las técnicas pictóricas utilizadas en La adoración del cordero místico y el simbolismo presente en la obra, complementada con una imitación del políptico, con paneles que se abren y se cierran, y una película informativa que documenta la labor que realizan los restauradores.

Obra innovadora

Finalizado por Jan van Eyck en 1432, seis años después de la muerte de su hermano Hubert, el Altar de Gante carga con una biografía convulsa a sus espaldas. Robado en al menos seis ocasiones (de hecho, el panel de Los Jueces Justos, sustraído en 1934, sigue sin aparecer; el actual es una copia realizada por Jef Vanderveken en 1945), enviado al Louvre por las tropas de Napoleón, requisado por los nazis y escondido en las minas de sal de Altaussee, en nuestros días se exhibe en la Catedral de San Bavón, templo para el que fue concebido.

El tema que vertebra el políptico es la narración bíblica sobre la redención del hombre por el sacrificio de Jesús. En su exterior, que tradicionalmente era lo único que se mostraba (excepto en festividades, cuando se dejaba ver su colorido interior), se retrata la Anunciación, mientras que su interior deja ver la fastuosa Adoración del Cordero Místico que da título a la obra.

Considerado uno de los retablos de mayores dimensiones del norte de Europa en el siglo XV (340 x 440 cm), La adoración del cordero místico es una obra innovadora que fue clave en el paso de la pintura gótica a la renacentista gracias a lo atrevido de su propuesta pictórica (como la inversión de términos al relegar las esculturas a la zona exterior y llenar de pintura el interior, tradicionalmente al revés) y la fiel representación de la realidad, alejándose del idealismo imperante en obras religiosas.

  • Puede admirar de cerca los detalles de La adoración del cordero místico en esta página.