El punto de partida de la serie que Vargas presenta en esta ocasión fue una sesión de cartomántica –cuya grabación en vídeo se reproduce como parte de la exposición– en la que una santera cubana le echó las cartas prediciendo su porvenir. Tomó entonces aquellas que formaron parte de la tirada para adueñarse de ellas, reinterpretarlas e iniciar un proceso de introspección en el que la simbología y los significados originales del tarot se entremezclaron con los suyos propios.

De esta forma, en sus ‘obras-naipes’ consigue crear un lenguaje iconográfico personal, plagado de referencias a la naturaleza, el cristianismo, la muerte o la sexualidad, conectando así con los fundamentos básicos de su obra. El proceso de construcción de este intrincado universo, donde todo queda unido y enlazado, se materializa en el diagrama que progresivamente fue expandiéndose por las paredes del taller de Vargas, del cual se incluye una sección que permite al espectador seguir el hilo de los pensamientos y las reflexiones de la artista durante el desarrollo del proyecto.

Fuerte cromatismo

Así, grandes cartas pintadas sobre madera se presentan al público, dispuestas a revelar el mensaje que quieren transmitir en su conjunto. Si éste reposa en la iconografía, su aspecto formal contribuye de igual modo gracias a una atractiva técnica en la que se juega con las apariencias y las texturas de los materiales, como el veteado de la piedra o los volubles matices del esmalte, para crear un fuerte cromatismo que impacta y fascina por igual.

Sin embargo, el principal motivo por el que Marina Vargas participa en Conexiones es la importancia del dibujo en su procedimiento artístico, indispensable en la fase inicial y de fuerte impronta en el resultado final. Este programa tiene como objetivo la promoción de artistas contemporáneos en relación al dibujo y la ilustración, y para ello ofrece la oportunidad de desarrollar un nuevo proyecto basándose en dos piezas a elegir en los fondos de las colecciones del Museo ABC y Fundación Banco Santander que, a su vez, se enriquecen con las relecturas y reinterpretaciones de creadores actuales.

Feminidad

En esta edición, Vargas ha utilizado el hilo conductor de la exposición, los naipes, para escoger en la Colección ABC una portada de la revista Blanco y Negro cuya composición toma los reyes, caballos y sotas de la baraja española. La autora del diseño es Ángeles Torner Cervera, una de las pocas mujeres activas en el campo de la ilustración durante la primera mitad del siglo XX, y he aquí una segunda conexión con el planteamiento de Marina Vargas: una reivindicación de la feminidad presente en su obra al aproximarse a la confrontación de los dos sexos, junto con sus equivalencias y atributos esotéricos.

En cambio, entre las obras de la Fundación Banco Santander, Vargas ha elegido dos jarrones procedentes de la Real Fábrica de Cerámica de Alcora durante su etapa de mayor auge que, manteniendo el aglutinante de la muestra, constituyen el dos de copas de nuestra baraja. Esta se mezcla con las cartas del tarot para incorporarse al mundo de las revelaciones, los augurios y las líneas del destino que, a través de sus piezas, la artista nos desvela.

Precisamente, esto fue lo que cautivó a Vargas, la capacidad de leer las cartas, como si se tratase de un libro mudo con el que hay que agudizar la vista y abrir la mente para llegar a comprenderlo. Y, ¿no sucede esto mismo con el arte?, cuestión que despertó el interés de la artista y el planteamiento que sustenta esta exposición.

La exposición gratuita Las líneas del destino cerrará sus puertas el 25 de septiembre.