En el horror de la dictadura, entre 1976 y 1983, miles de argentinos fueron lanzados vivos al mar desde aviones militares en los llamados «vuelos de la muerte».

El capitán Tomás Kóblic de la Armada es uno de los pilotos de esas máquinas de matar, pero vive atormentado por el terrible destino hacia el que él mismo dirige a los prisioneros. En uno de esos vuelos, Kóblic toma una decisión imprevisible que marcará el resto de su vida y que le obligará a huir a un pequeño pueblo de la Pampa donde deberá comenzar una peligrosa nueva vida bajo la amenaza constante de ser descubierto y los remordimientos consecuentes a las barbaridades realizadas.

Allí, con la ayuda de un amigo que lo acoge y haciéndose pasar por un piloto que se dedica a fumigar los sembrados, conocerá a una mujer que también se siente arrastrada por un destino aciago como víctima de un hombre que la maltrata. Inma Cuesta logra una interpretación notable en la que destaca, así lo menciona el realizador, «un impoluto acento argentinizado». Amor torrencial que funde fantasmas y miedos, pero que…

Las cicatrices de la dictadura

No es la primera vez, ni será la última, que un realizador argentino mete cámara en las heridas de la dictadura y en las profundas cicatrices que aquella tragedia dejó abiertas. Pero Sebastián Borensztein soslaya lo que pudiera resultar escabroso para instalarnos en otro horror, acaso más patético, marcado por los silencios, los complejos de culpabilidad y el desprecio a uno mismo. Un inteligente ejercicio en el que gravita la violencia extrema como metáfora de aquella sociedad putrefacta.

Pero Kóblic tiene derecho al arrepentimiento y en esa búsqueda de la redención crece el personaje al que da vida un Ricardo Darín que, no se descubre nada, vuelve a demostrar oficio sobrado. Esta vez se alía con el silencio, con los silencios, con las miradas perdidas, con reflejar en los ojos el pesar que lleva dentro. Con los fantasmas que muerden en uno y no sueltan presa.

Segunda ocasión en la que Darín se embarca en una película sobre los años de la dictadura. A las órdenes de Marcelo Piñeyro lo hizo en Kamchatka (2002). Pero el registro de ahora, como ese militar atribulado y arrepentido, es muy distinto, y los años transcurridos desde entonces lo han convertido en un actor, si cabe, más grande.

Capitan KoblicCapitán Kóblic
Dirección: Sebastián Borensztein
Guion: Sebastián Borensztein, Alejandro Ocon
Intérpretes: Ricardo Darín, Inma Cuesta, Óscar Martínez
Fotografía: Rodrigo Pulpeiro
Música: Federico Jusid
Argentina / 2016 / 92 minutos