Detrás de todo están, entre otros, Evan Goldberg y Seth Rogen, artífices, entre otras, de la cinta que Corea del Norte calificó de declaración de guerra. La dupla está habituada a parir productos audiovisuales cargados de mala baba, sexo, drogas, escatología y comentarios soeces. Y aquí, lejos de rebajar el tono, han decidido ir más allá.

Los cachorros de Judd Apatow (muchos de ellos forman el elenco de voces originales de esta película) prescinden de esa cierta moralina conservadora que envuelve las películas de este y se entregan al desmadre hasta el límite que les permiten. El problema es que estamos hablando de gente que se mueve en la liga de los grandes estudios, y estos no son precisamente generosos en lo que a límites se refiere. Pero ahora, aun con gran estudio de por medio, estamos en el terreno de la animación, que de algún modo es una especie de tierra de nadie. Cómo iban a desaprovechar esa ambigüedad territorial.

Sexo, política y religión

Goldberg y Rogen, acompañados por Kyle Hunter y Ariel Shaffir en la escritura, vuelcan en La fiesta de las salchichas todo lo que alguna vez les censuraron en sus películas de imagen real. Por supuesto, están las habituales alusiones a las drogas y las palabras malsonantes en prácticamente cada línea de diálogo, pero la apuesta sube al mostrar sexo explícito. Todo lo explícita que puede resultar una orgía entre productos de supermercado. La Real Academia Española define la pornografía como la «presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación», así que antes de alzar el puño enfurecido esgrimiendo tal palabra, pregúntense si les excita la visión de unos alimentos practicando sexo.

Lo crean o no, bajo capas de puro entretenimiento hay retazos de crítica a las políticas internacionales en forma de divertidos chistes a costa de las distintas procedencias de los alimentos, redondeados con un llamamiento al entendimiento entre las naciones a través del diálogo y el acercamiento de posturas.

Más allá del cachondeo superficial, La fiesta de las salchichas hace una aguda sátira sobre la religión y el borreguismo de muchos de sus fieles y lanza un hermoso mensaje (en serio) sobre respetar las creencias de los otros y, en lugar de imponer de forma autoritaria y despectiva las opiniones propias, dialogar y argumentar respetuosamente.

Un mensaje que deberían aprender los niños en una película no recomendada para ellos. La ironía, como los suecos, siempre adelantándonos en todo.

La fiesta de las salchichasLa fiesta de las salchichas
Dirección: Greg Tiernan, Conrad Vernon
Guion: Evan Goldberg, Kyle Hunter, Seth Rogen, Ariel Shaffir (Historia: Evan Goldberg, Jonah Hill, Seth Rogen)
Intérpretes: Seth Rogen, Kristen Wiig, Jonah Hill, Bill Hader, Michael Cera, James Franco, Danny McBride, Craig Robinson, Paul Rudd, Nick Kroll, David Krumholtz, Edward Norton, Salma Hayek
Música: Christopher Lennertz, Alan Menken
Montaje: Kevin Pavlovic
Estados Unidos / 2016 / 89 minutos