La cinta de Thomas McCarthy, que reconstruye la investigación del Boston Globe que destapó el escándalo de decenas de curas pederastas en Boston, labor merecedora de un Pulitzer, se hizo con el máximo reconocimiento de la noche, una sorpresa para quienes dudaban entre El renacido y La habitación. La de McCarthy volvió además con la estatuilla a mejor guion original.

Precisamente El renacido, una de las grandes favoritas, volvió a casa con tres estatuillas, entre ellas la que reconocía a Iñárritu como mejor director por segundo año consecutivo, a Emmanuel Lubezki como mejor director de fotografía por tercer año consecutivo y a Leonardo DiCaprio como mejor actor por primera vez en una carrera plagada de nominaciones.

Brie Larson recogió su Óscar a mejor actriz por su trabajo en La habitación, el drama de Lenny Abrahamson en el que da vida a una joven secuestrada que planea su fuga junto a su hijo de cinco años. Alicia Vikander y Mark Rylance subieron al escenario como mejores intérpretes de reparto por La chica danesa y El puente de los espías, respectivamente. La victoria del segundo sorprendió a un público que esperaba que Sylvester Stallone se alzara con el Óscar por Creed: La leyenda de Rocky.

Mad Max: Furia en la carretera, la cuarta entrega de la saga de George Miller, fue la vencedora en número de la noche, con seis Óscar técnicos que premiaron su diseño de producción, montaje, vestuario (el español Paco Delgado se fue de vacío por su trabajo en La chica danesa), maquillaje y peluquería y edición y mezcla de sonido.

Del revés (Inside out) se alzó como mejor película animada en una noche en la que Hungría se llevó a casa el Óscar a mejor película en habla no inglesa por El hijo de Saúl, de László Nemes. Otro europeo, el veterano compositor Ennio Morricone, fue honrado por su trabajo en Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino.