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«Quería ir hasta los orígenes del violonchelo en España»

Así, a lo largo del XVIII, el instrumento, gracias a su sonoridad y posibilidades, logró ganar la batalla a la viola de gamba, el imperante por excelencia debido a su origen culto, y poco a poco fue tomando relieve. El oyente, a través de las obras de este álbum, es testigo también de la relevancia que fue alcanzando el chelo y también de cómo, a partir de una música italiana fue creándose una identidad española en su repertorio, gracias al talento de Boccherini.

Acompañado de 10 instrumentistas de alto nivel, Josetxu Obregón propone dejarse hipnotizar por un repertorio desconocido, propio, muy expresivo y hermoso, y por supuesto, apto para todos los públicos. Todo, a partir de un trabajo histórico sólido y comprometido para el que ha contado con la ayuda de José Carlos Gosálvez, responsable del Departamento de Música de la BNE. Nuevamente estamos ante un trabajo de un nivel insuperable por su forma y contenido.

A priori parece muy complicado hacer un disco sobre un siglo entero dedicado al violonchelo en España…

Jugamos un poco con el factor de que no hay muchísimo repertorio para violonchelo como sí para otros instrumentos, que fueron más populares en esa época. Por ello, al principio la idea permitía recorrer todo el siglo, aunque luego, al final, investigando, sí que hemos encontrado mucha música y sí que ha sido difícil seleccionar y descartar las obras.

¿Cómo ha sido esa selección?

Partíamos de la figura de Boccherini porque es, con diferencia, la más importante. Buscando alrededor de él, por un lado tenemos a compositores de principios de siglo que son menos conocidos como Porretti, y luego también algunos más tardíos, que son ya españoles, como Pablo Vidal o José Zayas. Boccherini es el más famoso, pero yo quería ir marcha atrás para saber qué era lo primero que habíamos tenido en España de chelo. Ir a los orígenes. Casi siempre encontramos gente de fuera. Uno de ellos sería Paganelli, al que casi no conocía, y que es de principios de siglo. Realmente suena diferente, más barroco. Creo que en general el disco da una imagen de conjunto que va desde las primeras obras hasta obras metidas en el clasicismo.

«El violonchelo, como tiene más sonoridad, consigue ganar la batalla a la viola de gamba»

El violonchelo vive su particular lucha con la viola de gamba justo en ese momento histórico, ¿cómo sucedió?

La viola de gamba, aunque es muy parecida al violonchelo, en realidad es muy diferente, ya que ambos vienen de familias distintas. El violonchelo viene de la familia del violín y la viola de gamba de otra familia, ya que tiene trastes, cuerdas, la tapa plana… Es muy diferente, sin embargo, como tienen el mismo registro y el mismo papel en un conjunto (ambas hacen el bajo), pues siempre ha habido mucha rivalidad entre los dos. La viola de gamba era más francesa y el violonchelo más italiano.

La historia, muy resumidamente, es la que cuenta José Carlos Gosálvez [responsable del Departamento de Música de la BNE] en las notas del disco. La viola de gamba era el instrumento culto, por así decirlo, pero el violonchelo, como tiene más sonoridad y más posibilidades expresivas, es el que consigue ganar la batalla.

La viola tiene más capacidades como instrumento armónico, por ejemplo, a la hora de desarrollar un bajo continuo. Como tiene trastes, se parece más a una guitarra y es más fácil hacer acordes con ella. El violonchelo es más melódico, como el violín, y con él es más fácil tocar una melodía sin acordes.

¿Qué presencia y qué papel tiene el violonchelo durante todo el siglo XVIII?

El chelo es un instrumento con más volumen que la viola y que poco a poco se va convirtiendo en un instrumento muy importante. A principios de siglo no lo vemos muy presente, era algo muy puntual y solía tener un papel muy secundario. Es realmente Boccherini quien lo lleva al primer nivel. Era un gran violonchelista y compone música muy importante para violonchelo. No sólo sonatas u obras para instrumentos, sino también música de cámara en la que el chelo tiene un papel protagonista.

¿Qué características comunes tienen todos los compositores reunidos en el disco?

Creo que se pueden separar entre los que pertenecen más al barroco y los que pertenecen más al clasicismo. Entre los primeros están Giuseppe Antonio Paganelli y Francesco Paolo Supriano. Tienen un estilo más italiano porque por entonces no había ningún tipo de escuela en España.

Domingo Porretti es un poco anterior a Boccherini y su música también se encuentra en el Barroco. La influencia de Boccherini en los posteriores fue muy grande. Él fue quien innovó muchísimo, a todos los niveles. Técnicamente mejora mucho la forma de tocarlo y pone en práctica todos los avances técnicos.

«Boccherini es quien lleva al violonchelo al primer nivel»

En el álbum aparecen bastantes grabaciones inéditas…

Sí, en realidad, menos Boccherini y Paganelli, todo es inédito en la grabación.

¿Cómo ha llegado a todas estas obras?

La parte de investigación en este disco ha sido muy larga. Ya hace casi tres años que pensé hacer este proyecto y en él ha sido muy importante José Carlos Gosálvez para la elección del programa. Le conocía desde hace mucho porque él fue bibliotecario en el Real Conservatorio en Madrid y también es miembro de la Asociación Boccherini, como yo. Ahora es el responsable del archivo musical de la Biblioteca Nacional y es un gran aficionado al chelo. Él mismo lo toca. Además de escribir las notas al programa ha sido muy importante en toda la investigación porque tenía parte de las partituras, y otras sabía dónde encontrarlas. Hemos estado trabajando juntos en el repertorio.

¿Dónde estaba todo este repertorio?

Boccherini es el más conocido y sus piezas ya estaban grabadas, por lo que las partituras eran más fáciles de conseguir. Pero, por ejemplo, el caso de Duport es muy curioso porque es uno de los chelistas franceses más importantes de aquella época. Compuso una serie de sonatas para los duques de Alba, un total de seis sonatas con ideas más o menos españolas, que están en la Biblioteca del Real Conservatorio de Madrid. El manuscrito se conserva ahí. Es algo bastante curioso y lo difícil es saber que están ahí.

Luego, por ejemplo, la sonata anónima que aparece en el disco, y también la pieza de José Zayas, están incluidas en un manuscrito que apareció en Barcelona y al que llamamos ‘Manuscrito de Barcelona’. Apareció en la Basílica Santa Maria del Pi y se trata de un conjunto de seis sonatas anónimas para violonchelo. Luego, mirando el material, resultó que una de ellas es de Boccherini y que ya estaba editada. Se piensa que quizás otra también pueda ser de él, pero las demás no se sabe de quién son, aunque está bastante claro que pueden ser de ese entorno.

Al final de estas seis sonatas se encuentra esta obra de José Zayas. Aparece titulada ‘última lección de José Zayas’ y es como un ejercicio. Así se van atando cabos. Sabemos que Zayas era un violonchelista importante y además encontramos un manuscrito suyo.

«A partir de Boccherini hay un poco más de identidad española»

¿Qué características tienen estas obras consideradas españolas?

Cada una tiene un poco su estilo. Las de principios de siglo son más italianas y a partir de Boccherini hay quizás un poco más de identidad española. Boccherini empieza a utilizar temas que son muy de aquí como el fandango. Incluso escribe que el violonchelo tiene que tocar como las castañuelas e intenta imitar música de aquí. A partir de ahí, Zayas, Vidal y ciertos compositores ya tienen una unidad estilística un poco mayor.

¿Cuánta de esta música queda por conocer?

Yo calculaba, así en minutaje, que felizmente habríamos podido hacer tres discos con esta temática. Sin embargo, el objetivo no era grabar todo, sino dar una visión global de lo que fue el siglo XVIII, esa transición entre el Barroco y el Clasicismo en España.

¿Faltan ayudas para rescatar todas estas obras? ¿Cómo es todo el proceso?

Muchas veces depende del compositor. Dependiendo de las ocasiones tienes más suerte o menos suerte. Cuando hicimos los Cuartetos de Arriaga tuvimos subvenciones del Gobierno vasco porque era un compositor de Bilbao, por ejemplo.

En este caso, como todo estaba más descentralizado y la mayoría de los compositores eran de Madrid o extranjeros pues es más difícil conseguir una subvención o una ayuda para este repertorio. De hecho no hemos tenido ninguna.

«Otros países siempre han tenido más intención de recuperar su repertorio»

¿Hay muchas diferencias con otros países?

Otros países siempre han tenido más intención de recuperar su repertorio desde hace muchos años. En España todavía queda mucho por descubrir, cuando en Francia y en Italia ya se descubrió todo en su momento. Ellos han invertido más en otras épocas para tenerlo todo clasificado y catalogado. A nuestra generación eso nos permite descubrir obras nuevas que no se conocían mientras que en otros países no quedan tantas.

La Ritirata hace una interpretación historicista, ¿cambia la forma de interpretar las obras barrocas y las más cercanas al clasicismo?

Sí, cambian mucho los instrumentos. De hecho, por eso hay tantos instrumentistas participando en este disco. Además, estoy muy contento de que haya intérpretes de tanto nivel. A cada periodo le corresponden unos instrumentos distintos y por eso podemos mostrar esas diferencias.

La sonata de Paganelli, por ejemplo, está grabada con órgano y tiorba, un instrumento que poco a poco desaparece. Luego, en una obra más del clasicismo como la de Duport hay solamente clave y violonchelo. Lo que hemos hecho es utilizar los instrumentos que corresponden a cada estilo y a cada época. Por eso son tantos.

¿Es posible interpretar estas obras con instrumentos contemporáneos?

Cuando hablas más de romanticismo, si lo tocas con chelo y piano no está mal, pero esto no tiene mucho sentido tocarlo con instrumentos modernos porque cambia la versión. La gracia está en hacerlo con instrumentos antiguos.

Irán fuera a tocar este repertorio, concretamente a Lucca, la ciudad natal de Boccherini….

Como Boccherini era un poco el protagonista del disco quise diseñar un gira que nos llevara a las ciudades más importantes de su vida. Por eso hemos hecho una presentación en Madrid, que es donde vivió gran parte de su vida y también donde murió. Luego iremos a Lucca, que es su ciudad natal, donde vamos a tocar el 28 de mayo, que es la fecha del aniversario de su muerte.

«En Alemania se venden seis veces más discos que aquí»

Esta música también sonará en Japón…

Fue una sorpresa que este repertorio interesase tanto en Japón. Glossa, la discográfica, donde más discos vende es en Alemania y en Asia. Por desgracia, aquí, en España y en Italia se venden muy pocos discos. En Alemania se venden seis veces más discos que aquí, y en Asia, otros tantos. Al público japonés le encanta todo lo que sea español, flamenco, castañuelas, guitarra española… Por eso, esta temática de violonchelo español parece que les ha parecido muy interesante y aprovechando que tenía un concierto con una fortepianista japonesa con la que toco muchas veces allí surgió la posibilidad de hacer otro concierto como presentación del disco en el Instituto Cervantes.

¿La Ritirata es ya un de los grupos mundialmente especializados en la figura de Boccherini?

Sí, creo que nosotros hemos hecho bastantes discos dedicados a Boccherini y tenemos ya cierta relación con sus obras, por lo que hay determinados organizadores y programadores que saben que nos hemos dedicado bastante a él. Por ejemplo, lo de tocar en Lucca fue una idea que recibieron casi con los brazos abiertos y de ellos partió que fuera en el aniversario.

Hoy en día grabar un disco de este tipo es como una pequeña investigación en torno a una obra que al final queda grabada, ¿no es así?

Esa es la idea. Por un lado es un poco un documento musicológico, ya que es la primera grabación de muchas piezas y supone sacar a la luz algo que no se conocía. Por otro es una carta de presentación que me interesa que sea apta para todos los públicos, que sea un disco que se pueda escuchar, bonito, y que a la gente le guste. Quería que este disco fuera interesante musicológicamente pero a la vez que fuera entretenido y comercial, que no se quedara en una cosa para tres o cuatro frikis. En ese aspecto estoy contento y creo que lo hemos conseguido.

Con la crisis, ¿el músico ha tenido que adueñarse, por decirlo de alguna manera, de su carrera?

Sí, totalmente. Si no te buscas la vida… Ahora si quieres trabajar y tocar tienes que currar a todos los niveles. No sólo basta con que musicalmente tu proyecto esté bien. Tienes que saber venderlo, organizarlo, explicarlo… Todo eso.

¿Han pensado ya en un nuevo proyecto?

Tengo dos o tres ideas que me parecen posibles como discos futuros, pero no sé cuál va a venir primero. No descartamos una continuación de este disco con más repertorio en esta línea, pero no va a ser el proyecto más inmediato. Hay que variar un poco.

Maquetación 1 [1]

 

The Cello in Spain [2]
Boccherini and other 18th-century virtuosi
Josetxu Obregón
La Ritirata
Glossa
Tiempo: 57:14
Precio: 17,99 euros (orientativo)