Miércoles 14 da ganas de bailar, de tirar hacia adelante, o mejor dicho y recurriendo a su single de presentación, de Pedalear, de continuar y sobreponerse a los pequeños y a los grandes problemas. Es positivo pero realista. Reflexivo pero ilusionante. Es soul alegre en español. En sus 14 temas hay mucha banda: metales y también cuerda. También mucho piano. Es Litus frente y junto a ella. También un disco de karma, y un concepto: resiliencia. En hoyesarte.com le hacemos una radiografía.

Quién. A Carlos Bosch todo el mundo le llama Litus. El motivo es bastante sencillo, de tanto Carlos, Carlitus, se quedó un buen día con Litus para siempre, a pesar de que a veces él diga que viene de playa en latín. “Como mi primer disco hablaba del mar he vendido mucho esta moto, pero en realidad es mucho más sencillo. Es un mote cariñoso”.

Se describe como… Un tipo relajado en medio del caos. “O polideportivo, que me hace gracia, quizás porque he tenido que ser camaleónico”. Reconoce que para vivir de la música ha tenido que meterse en muchos personajes: “He tenido que hacer de todo: ser el frontman, estar en la sombra o de pronto verlo desde fuera para luego estar muy metido dentro.”

Los inicios. Cuenta que se enamoró de la música desde niño. Sus padres quedaban con amigos los fines de semana y hacían cenas con extensas sobremesas en las que su padre tocaba y todos cantaban. “De pequeño flipaba con eso. Sobre todo viendo sus caras y lo bien que se lo pasaban y lo mucho que disfrutaban cantando. Eso es, sin duda, la raíz de todo. Al principio empecé a tocar la guitarra para conseguir lo mismo: quedar con mis amigos y pasarlo igual o mejor que mis padres en su sobremesa”.

«Quiero que en mis canciones brille la música, pero también las letras»

Su primer grupo. Cuando ya tocaba mejor, tuvo su primera banda, Los Mutis, con la que sacó dos discos. “El primero con 18 y el segundo con veintipocos años. Luego eso se acabó y empecé una etapa de mercenario, por decirlo de alguna manera, acompañando a algunos artistas y componiendo para otros”. En 2006 sacó su primer disco en solitario y ahora acaba de publicar el quinto, Miércoles 14 (el cuarto en español).

¿Soul español? Su estilo de música bien podría calificarse así. De hecho, él está de acuerdo en que es una especie de soul en castellano con la intención de que brille la música, pero también las letras y no haya la frontera que a veces genera el inglés. “Como esta música tiene una raíz anglosajona, queda muy bien en la boca, pero mi apuesta es que también quede muy bien en castellano”.

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Su gran momento O al menos uno de ellos, fue haber acompañado a Paul Carrack durante cinco giras por España. “Fue una carambola, una suerte. Estaba acompañando a Joan Tena y su manager en ese momento también era el de Carrack en España. Lo conocimos, montamos un encuentro y luego, al cabo de unos meses, él presentaba un disco nuevo y necesitaba músicos para hacer una gira de promoción por el país. Pensó en mí y me llamó. Luego, como todos le habíamos gustado mucho, dijo que seríamos su banda en España. Cumplió su promesa y estuvimos cinco años durante un mes o dos meses en verano. Ahora hemos estado hablando porque quizás el año que viene volvamos”.

Reconoce que ha habido otros muy importantes como sacar el primer disco de Los Mutis: “Esa experiencia fue brutal. Con 18 años grabar un disco me cambió la vida”.

“Tenemos que hacernos responsables de nuestra propia suerte»

Miércoles 14 Es un disco muy positivo, que genera muy buen rollo, y como su título dice habla del día después al martes 13. “Si éste ha sido el día de la mala suerte podríamos entender entonces el miércoles 14 el día de la buena suerte por contraposición”, explica Litus. Sin embargo, él prefiere pensar que al día no le podemos echar la culpa de lo que nos ocurre, y que “tenemos que hacernos responsables de nuestra propia suerte o de nuestro propio destino”. En parte porque él cree que eso hace que perdamos el tiempo y que no afrontemos lo que podemos hacer en realidad.

¿Talento, trabajo o suerte? En su carrera, según sus propias palabras, hay una mezcla de las tres. “Hay una causa-efecto siempre y sí que hay un puntito de suerte. Por ejemplo, el hecho de que me viniera a vivir a Madrid me dio mucha porque yo estaba un poco estancado en Tarrasa, tenía un circuito cerrado y no iba más allá de él. En Madrid conocí a los músicos que me acompañan ahora y eso fue una gran suerte. Gracias a ello me han ocurrido muchas cosas, como lo que estoy haciendo ahora en el Teatro Bodevil, dos musicales en los que canto, toco el piano, la guitarra y actúo un poquito”.

El single. “En este caso fue muy fácil elegirlo porque ya tocábamos Pedalear en la anterior gira y nos funcionaba muy bien. Cuando lo grabamos me cuadró muy bien con esa idea de Miércoles 14. Me parece una canción con un punto tristón, pero a la vez muy positiva. Se explica de una manera muy sencilla, muy clara. La melodía es muy agradable, entra bien, y bueno, no hubo dudas, es perfecta para empezar”.

Otros temas del disco. Le gusta en especial El elefante dormido, una canción donde brilla mucho el cuarteto de cuerda, un elemento importante en el disco y también en la carrera de Carlos Bosch, que no había trabajado antes con ninguno. “En el fondo el disco es un álbum de batería, bajo y piano. Luego hay dos colores encima de esa base: los metales y el cuarteto de cuerda. También me gusta mucho Karma Cruel, que es un tema más roquerillo“. Eureka o Montaña americana son otros de los que cita.

«A veces me preguntan si me ha pasado algo muy dramático»

El leitmotiv. Le encanta empezar un trabajo con un concepto que de alguna manera le haga de brújula. Tampoco que sea una obligación o una losa, pero sí algo a lo que recurrir cuando se sienta perdido. “Miércoles 14 me iba genial. Empecé a darle vueltas al concepto y a lo que me sugería y descubrí el de resiliencia en ese proceso. La resiliencia, contada de una manera sencilla, viene de la ingeniería y habla de los materiales que a pesar de recibir impactos o golpes no cambian su forma. Eso se ha trasladado a la psicología o a los humanos y hace referencia a la capacidad de sobrellevar situaciones límite de una manera, diría, lo más elegante posible o lo más inteligente posible, y de alguna manera sacar cosas positivas de situaciones jodidas. Ese concepto me encantó y de alguna manera todas las canciones giran en torno él”, explica.

“A veces me preguntan si me ha pasado algo muy dramático, y no, sencillamente, lo de la resiliencia lo enfoco como una herramienta para vivir más contento y para buscar la felicidad o la plenitud”.

(Foto: Iván Martínez / lallamaranta.com)

(Foto: Iván Martínez / lallamaranta.com)

Forma de componer. Trabaja de forma paralela. Hace muchas melodías, y las va recopilando. Algunas las desarrolla más y otras menos. Por otro lado, en una libreta, va acumulando frases, ideas y versos de los que le gustaría hablar. Luego hay un momento en que une todo eso.

Los arreglos. Cuenta que define una línea musical en su cabeza, se la cuenta a los músicos que le acompañan, y a partir de ahí ellos hacen los arreglos (o los hacen entre todos). “Sin duda, el trabajo su trabajo es crucial. Yo hago de árbitro o gestiono los talentos. Lanzo mis ideas, pero a partir de ahí ellos crean sus arreglos. En total somos seis: batería, bajo, guitarra, dos metales (trompeta y saxo) y yo”.

Vivir de la música. Lleva 15 años viviendo de esta profesión y su proyecto cada vez va mejor. “La gira anterior, Autorreverse, fue de las mejores que he hecho sin ser el artista del año ni estar en la cresta de la ola, pero humildemente fue un disco que funcionó muy bien. Giramos por España, el disco fue a Venezuela y hemos hecho como 70 conciertos. Mi proyecto genera dinero, pero es verdad que no el suficiente como para sólo vivir de él y por eso tengo que combinarlo con otras cosas”. En este caso lo hace con los musicales en el Teatro Bodevil de Madrid. Para él, hoy tienes que apuntarte a todos los bombardeos que puedas y eso hace que cada vez te conozcas más a ti mismo y aprendas muchas más cosas.

«Hoy en día el músico es más amo de sí mismo y eso es muy bueno»

Más que artista. En efecto, hoy el músico tiene que ser su productor ejecutivo porque pone sus ahorros en todo lo que hace. Al menos él, que confiesa que pone todo lo que tiene. “Luego, cuando todo está pagado, el sentimiento es increíble porque todo es para ti. Tú eres el amo de ti mismo y eso es muy bueno. Por un lado es duro porque tienes que jugártela, pero por otro lado eres libre y la idea artística que quieres mostrar no pasa por filtros y es auténtica”.

Proyectos. Quiere ir a Argentina, pero aún no tiene una fecha concreta. Con sus discos anteriores fue a Venezuela y la experiencia fue muy buena. “Comprobamos que mi proyecto puede funcionar en Sudamérica y me apetece un montón volver. Tengo un contacto en Argentina y me apetece tirar del hilo y probar allí”.

Además prepara un espectáculo diferente con varios colegas músicos. “En mi banda hay proyectos paralelos, como Dummie, y entre los integrantes queremos montar un show juntos después del verano. No hacer tres bolos y ya está, sino hacer un espectáculo que pueda girar y unir fuerzas porque estamos en un punto parecido: nos encanta tocar juntos y además a cada uno nos gusta el proyecto del otro”.

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