El Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA) presenta la primera exposición retrospectiva de la artista Ahlam Shibli (Palestina, 1970), coproducida con el Jeu de Paume de París y el Museu de Arte Contemporánea de Serralves de Oporto. Esta exposición reúne las obras de Shibli más significativas de la última década y se completa con Death (2011-12), una nueva obra fotográfica producida especialmente para esta ocasión.

Los trabajos fotográficos de Ahlam Shibli constituyen un testimonio complejo de la presencia y ausencia del hogar. A través de un estilo documental, Shibli desarrolla una obra que esquiva la objetividad asociada al fotoperiodismo. Más que evidencia visual, su práctica fotográfica consiste en un proceso conversacional con los sujetos. Cada serie representa el conocimiento obtenido mediante el contacto empírico con el colonialismo y las situaciones de conflicto, pero eludiendo siempre el desenlace y dramatismo de las representaciones mediáticas.

Identidad

En series como Goter (2002–2003), Arab al-Sbaih (2007) o The Valley (2007–2008), Shibli despliega una mirada de carácter topográfico. Sus vistas de paisajes, poblaciones, asentamientos precarios, interiores y exteriores, así como cementerios, aportan un cúmulo de signos y muestran los efectos de la dominación israelí sobre Palestina.

El mejor ejemplo de esta compleja narrativa es Trackers (2005), una serie de fotografías sobre los jóvenes palestinos que deciden alistarse en el ejército israelí. En palabras de la artista, «el proyecto investiga el precio que una minoría está obligada a pagar a una mayoría de colonizadores, para ser aceptada, para cambiar su identidad, para sobrevivir, o tal vez todo ello y más».

Colonialismo

Trabajos más recientes como Trauma (2008–2009) confrontan la naturaleza ambigua del colonialismo y la ocupación y la persistente preocupación por el significado de la palabra «hogar». A partir de la matanza atroz ocurrida en la localidad francesa de Tulle el 9 de julio de 1944, Shibli reflexiona sobre la paradoja de una población que después de haber resistido la ocupación alemana, años más tarde protagonizó una guerra colonial en Indochina y Argelia. Series como ésta, o la dedicada a la vida cotidiana en orfanatos de Polonia, Dom Dziecka. The house starves when you are away (2008), o Eastern LGBT (2006), en la que Shibli documenta las vidas de comunidades transexuales, transportan su habitual modus operandi más allá de la problemática palestina.

En la serie Death (2011–2012), una obra fundamental en esta exposición, Shibli profundiza en cómo los ausentes vuelven a estar presentes–»re-presentados»: combatientes palestinos caídos en el transcurso de la resistencia armada a la ocupación israelí; víctimas del Ejército israelí muertos en diversas circunstancias (Shahid); hombres y mujeres que se autoinmolan para matar israelíes (Istishhadi); o presos que, en términos muy globales, pueden ser considerados como mártires fallidos.

Cuerpos y rostros planos

Las numerosas representaciones de los mártires son el motivo visual que permite a Shibli investigar cómo la comunidad palestina estructura la esfera pública y doméstica en torno a estas figuras ausentes y sus muertes.

Reducidos frecuentemente a representaciones icónicas de cuerpos y rostros planos sacrificados en nombre de la política de identidad nacional, la obsesiva proliferación de monumentos conmemorativos es prueba de la naturaleza fantasmagórica del hogar.