El artista Yani Alonso inaugura en Twin Gallery la exposición individual Héroes, superhéroes y ganas de vomitar, que cuenta con pinturas, esculturas y objetos varios que complementan la narración. La muestra se podrá visitar desde el 5 de abril hasta el 3 de mayo (de martes a viernes de 17.00 h a 20.00 h).

Esta primera serie de superhéroes es la evolución de un concepto que el artista almeriense lleva desarrollando los últimos ocho años: Game Over. La idea de que “el juego ha acabado” es una reflexión sobre la vida, de cómo desde pequeños nos vemos influenciados de una forma subliminal o intencionada, y de cómo cuando crecemos vemos que formamos parte de ese juego.

Las marcas

Un ejemplo que propone son las marcas, que irrumpen en nuestra vida con su presencia en nuestros momentos de felicidad, presentes en nuestros más preciados recuerdos.

«¿Cómo no vas a amar la Coca-Cola si está presente en cada fotografía de cumpleaños? ¿Y la Nocilla o el Nesquik? ¿Cómo no vamos a amar las marcas si se meten en nuestros recuerdos más bonitos?”, reflexiona el artista. Así, Game Over parte de esa idea, del antagonismo amor/odio: “Creces, maduras y con el tiempo te enteras de que muchas de las cosas que amabas son una basura: tu familia, antes una fortaleza inexpugnable, se convierte en un castillo de naipes, y Coca-Cola, Nestlé, etc., son multinacionales que arrasan el planeta. Pero lo peor de todo es que dentro de ti hay una parte que las sigue queriendo».

El artista

Yani Alonso nació en Almería en 1974. Es licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Granada, actualmente trabaja como diseñador gráfico. Tras participar en diversas exposiciones colectivas desde 2002, es a partir de 2006 cuando empieza a dedicarse más en serio al arte, con la exposición individual Asteroide B-612 en la Universidad de Alicante.

En 2010 participa en las exposiciones colectivas Cuidado con el perro (Galería Aleph, Ciudad Real) y Oro líquido (Museo Villaseñor, Ciudad Real). Es en 2012 cuando, gracias al artista José Luis Serzo, Twin Gallery conoce a Yani Alonso, que participa en la primera colectiva Un raro visitante, y decide apostar por él, proponiéndole esta primera exposición individual en Madrid.