A comienzos del siglo XVII, una chica de San Sebastián llamada Catalina de Erauso decidió rebelarse contra el doméstico y domesticado papel que el orden social vigente le tenía reservado como mujer. Huyó del convento en el que estaba recluida y, disfrazada de muchacho, comenzó una nueva vida.

La figura de Catalina de Erauso ha inspirado a Domingo Miras un texto teatral que, según sus propias palabras, recoge algunas de las preguntas que la biografía de aquella mujer singular suscita: «¿Qué clase de elección había hecho? ¿Podríamos llamarla feminista, puesto que probó que una mujer puede hacer lo que haga un hombre? ¿No podemos acusarla de lo contrario, puesto que ocultó cuidadosamente su condición femenina? La ambigüedad está servida, y no será la única vez que aparezca en la vida de la Monja Alférez, un personaje contradictorio que, en cuanto tal, ofrece más preguntas que respuestas, y de ahí su riqueza dramática».

En efecto, como mujer se ha declarado insumisa, como hombre acepta y defiende los valores considerados masculinos a partir del siglo XVIII: el valor, la fuerza y la violencia. He ahí la ambigüedad del personaje que subraya la obra, en realidad, una reflexión sobre las convenciones sexistas que continúan vigentes.

Manu Báñez, Ramón Barea, Carmen Conesa, Nuria González , Mar del Hoyo, Kike Inchausti, Fernando Jiménez, Cristina marcos, José Luis Martínez, Daniel Muriel, Toño Pantaleón, Martiño Rivas y Ángel Ruiz integran el elenco de la obra que ha sido dirigida por Juan Carlos Rubio.