Barcelona es, en palabras de su autor y director, Pere Riera, “un actor de amor, de amor a una época, a una gente, a una ciudad prodigiosa”. Se refiere a la ciudad del primer cuarto del siglo XX, un apasionante laberinto de ideologías, liderazgos políticos, movimientos sociales, aspiraciones identitarias, luchas de clases, reivindicaciones en pro de la igualdad de géneros, iniciativas culturales… Una ciudad llena de promesas de futuro que la guerra civil truncó en 1936, hace, precisamente ahora, 75 años.

Y la guerra civil es el telón de fondo de esta obra. En concreto, está ambientada en los tres días, del 16 al 18 de marzo de 1938, en que la ciudad de Barcelona fue devastada por los bombardeos fascistas, que costaron la vida a más de 2.500 personas. La acción transcurre en el interior del domicilio de una familia acomodada, los Vila. Las actrices Emma Vilarasau y Míriam Iscla encarnan a dos mujeres que, como dice el texto en cierto momento, eran inseparables, pero no iguales. En efecto, la dramaturgia pivota sobre estos dos personajes muy distintos, incluso antagónicos.

Núria y Elena son dos mujeres con cuentas pendientes; dos amigas separadas por el amor de un hombre y el destino de una patria. Dos mujeres atraídas sin remedio por el encanto de una ciudad prodigiosa; una ciudad rosa de fuego, azul y roja. Su reencuentro, la última batalla entre las dos, tendrá lugar en una Barcelona que respira, a pesar de todo, las cenizas de una época dorada. Ambas tendrán que poner en solfa lo que las acerca y lo que las separa, con el resonar de una guerra estúpida y sangrienta como telón de fondo.

La carrera de Pere Riera (Canet de Mar, 1974) como dramaturgo despegó de forma atronadora en la Sala Tallers la temporada 2009/2010, con Lluny de Nuuk. El éxito clamoroso de aquel T6 lo situó, casi de inmediato, en boca de crítica y de público, y lo definió como una de las voces más prometedoras del teatro catalán. La temporada 2010/2011 repitió éxito en La Villarroel con Desclassificats, y ahora, tras firmar la dramaturgia de Rei i senyor (Sala Petita, 2012), entra por la puerta grande en la Sala Gran del TNC con Barcelona, su última obra.