Nacido a partir de la apertura de los puertos de Japón durante la década de 1860, el japonismo se convirtió en uno de los ingredientes más importantes y esenciales de la modernidad artística de la Europa de la segunda mitad del ochocientos. Aportó temas, motivos, composiciones, técnicas, formatos y, en definitiva, una imaginación poética y una visión del arte que hicieron cambiar los gustos y revelaron todo un mundo de nuevas ideas, formas y colores, de donde bebió el arte occidental de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX y a partir del cual se renovó.

Más de 300 piezas

Formada por más de 300 piezas, esta muestra ofrece una visión panorámica de todas las manifestaciones artísticas que formaron parte de este fenómeno: pintura y grabado, dibujo e ilustración, joyería y decoración, literatura y cine. Presenta, además, muchas obras nunca antes expuestas que permiten descubrir la fascinación que Japón despertó en artistas tan variados como Marià Fortuny, Pablo Picasso, Alexandre de Riquer, Santiago Rusiñol, Darío de Regoyos, Adolfo Guiard, Oleguer Junyent y Joan Miró, así como también entre ilustradores, joyeros, cineastas, escenógrafos, ceramistas y poetas.

Las obras de los artistas seleccionados son el testimonio de una fascinación compartida: el descubrimiento de un arte, de una estética, de una cultura y de una visión del mundo aparentemente distantes pero que cautivaron a los artistas de 1900 y que entraron en un rico diálogo con la sociedad de toda una época.

Desde el siglo XVI

Japonismo comienza en el siglo XVI, momento de los primeros intercambios comerciales y culturales entre España y Japón, y se alarga hasta la Guerra Civil. Así pasa revista a los antecedentes de la relación entre Occidente y Japón, en la época de las misiones religiosas a Oriente, y pone el acento especialmente en el interés por Japón que se extendió durante la segunda mitad del siglo XIX y que dejó su huella en la obra de artistas del impresionismo, el postimpresionismo, el simbolismo e, incluso, la vanguardia. También reconstruye por primera vez el proceso vivido en nuestro país cuando artistas como Marià Fortuny sintieron la atracción de aquel país y empezaron a dibujar y pintar fantasías japonesas.

En la exposición destacan pinturas de Santiago Rusiñol y Darío de Regoyos, dibujos de Apel·les Mestres e Isidre Nonell, muebles de Gaspar Homar y Frederic Vidal, joyas de Francisco Durrio y Lluís Masriera, y estampados de Alexandre de Riquer. También cabe resaltar las obras de arte japonés procedentes de la antigua colección Mansana, que llegó a contar con 3.200 piezas.

Hasta hoy no se conocía el alcance de la principal colección de arte japonés del país, ni tampoco la influencia japonesa en las artes del esteticismo de los años ochenta. Del mismo modo nunca se había presentado el impacto del arte japonés en el entorno de los artistas del novecentismo y las vanguardias, y se desconocía, por ejemplo, el alcance real de la participación japonesa en la Exposición Universal de 1888.

 

Extenso trabajo de investigación

El japonismo en España nació hacia la década de 1870 y tuvo su periodo de mayor influencia a finales de siglo y alrededor de los grandes artistas del Modernismo, con una gran riqueza de propuestas estéticas.

La muestra es el resultado de un extenso trabajo de investigación que ha permitido sacar a la luz el corpus de obras japonistas existente en España, muy abundante pero aún poco conocido. Se ha logrado reunir una selección única, con piezas procedentes de museos y colecciones privadas, muchas de ellas expuestas por primera vez.

Japonismo forma parte de la celebración del Año Dual España-Japón (2013-2014), organizado por los ministerios de Asuntos Exteriores de ambos países.

 

  • Conferencia inaugural. Jueves 13 de junio | 19.00 h. Japonismo. La fascinación por el arte japonés. A cargo de Ricard Bru i Turull, comisario de la exposición.