Desde la inmortal sentencia horaciana Ut Pictura Poesis, que pone en conversación a la poesía con la pintura, la literatura ha tenido siempre mucho que decir sobre la pintura, su hermana visible. La inversa también es verdadera, no hay que olvidar que algunos de los mejores tizianos encargados por Felipe II se llamaban genéricamente “poesías” justamente para subrayar que no eran pinturas mudas a pesar de su silencio.

Eso sucedía en el clasicismo grecolatino, durante el renacimiento y con la célebre discusión dieciochesca del Laocoonte de Lessing, pero ¿tiene algo que decir la literatura sobre la pintura en los siglos de la modernidad? La cuestión es discutible y discutida. En el momento en que la pintura renunció a la figuración o a la representación, ¿qué palabra podía dar cuenta de ella? ¿Qué palabras pueden dar cuenta de una obra matérica de Fautrier, por poner un ejemplo? En realidad el asunto es de una complejidad teórica magnífica porque la abstracción, el formalismo, y muchas de las vanguardias bidimensionales, de Mondrian a Rothko, aparecieron justamente por considerar agotado el campo de la palabra escrita, eran un intento de “decir lo indecible”.

Escritores de la modernidad

Este programa de conferencias trata precisamente sobre este asunto, quizás pensando en otro posible curso sobre la materia contraria, “lo que dice la pintura de la literatura”. En el actual, algunos de los más representativos escritores de la modernidad, Bernhard, Malraux, Eliot, Handke, explican su juicio sobre las artes plásticas. Son unos pocos aunque cabrían varias docenas, empezando por Proust y Beckett.

Azúa ha dedicado un apartado especial para una figura española, Gutiérrez Solana, pero no por su nacionalidad, sino por su infrecuencia en foros de arte moderno. Sin embargo, Solana está bien representado en el Museo Reina Sofía junto a Picasso o Dalí, aunque pocas veces se le dé el realce que merece. Por esta razón a él dedica Andrés Trapiello una doble sesión. Es la reivindicación de un artista que, como Buñuel en el cine, debería ocupar un lugar de mayor excelencia.

Los restantes ponentes son también todos ellos expertos tanto en pintura como en literatura y han elegido un temario casi iniciático sobre las paradojas de la imagen convertida en literatura… y viceversa.

Programa

  • Miércoles, 26 de febrero. Peter Handke y Cezanne. Ponerse en el lugar del perro. Por Félix de Azúa, catedrático de Filosofía del Arte en la Escuela de Arquitectura de Barcelona.
  • Miércoles, 5 de marzo. Thomas Bernhard y las artes. La caja vacía del arte. Por Vicente Molina Foix, escritor y cineasta.
  • Miércoles, 12 de marzo. José Gutiérrez Solana pintor. La pintura en el burdel. Por Andrés Trapiello, escritor y tipógrafo.
  • Miércoles, 19 de marzo. José Gutiérrez Solana escritor. Un asesino famoso. Por Andrés Trapiello, escritor y tipógrafo.
  • Miércoles, 26 de marzo, T.S. Eliot: Bloomsbury y los vorticistas. La vanguardia como tradición. Por Andreu Jaume, escritor y editor.
  • Miércoles, 2 de abril, André Malraux: el museo en un libro. Por Jordi Ibáñez, poeta y profesor de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Todas las conferencias se realizarán a las 19.30 h. La inscripción se realiza a través de la Real Asociación Amigos Museo Reina Sofía.