Glenn Gould, Andrés Segovia, Pau Casals, Gaspar Cassadó o Wilhelm Furtwängler han pasado a la historia cultural del siglo XX por su condición de intérpretes extraordinarios, capaces de desvelar lecturas insólitas de composiciones conocidas. Esta condición nos ha hecho ol­vidar que también fueron compositores de mérito, con un catálogo en ocasiones breve pero siempre desconocido. Explorar la vertiente com­positiva de reconocidos instrumentistas y directores es el objetivo de este ciclo, que incluye nada menos que nueve obras de Gould, Cassadó y Furtwängler que sonarán por primera vez en España.

Las extravagancias de Gould

No era raro que alguien recibiera una llamada de Glenn Gould a las dos de la mañana. Tampoco era infrecuente verlo con un abrigo largo y pesado en pleno mes de agosto. Sus extravagancias eran tantas que darían para un manual de rarezas, pero eran parte esencial de su arrolla­dora personalidad. A los 32 años, Gould se retira de los escenarios, convencido de la muerte del concierto público, y se entrega a sus antológicas grabaciones y a sus producciones radiofónicas. Entre estas últimas se incluye La idea del norte, un documental en el que cinco personas que viajan en tren cuentan las razones de su viaje y su fascinación por el gran norte canadiense. En el montaje, Gould crearía una fuga a cinco voces superpuestas a un “bajo continuo” (el ruido del tren), dando lugar a un original experimento sonoro en el que se plasman sus aspiraciones estéticas y filosóficas.

Gould fue compositor antes que intérprete, y ya con cinco años creó sus primeras obras. Volvería a la composición a partir de los 18 y su catálogo resulta enormemente ecléctico, al recoger influencias de Schönberg, el tardorromanticismo, Wagner o Bach. Su Sonata para fagot y piano data de 1949. Sólidamente estructurada a la manera clásica, denota influencias próximas a Hindemith, mientras las improntas de Liszt y Scriabin emergen, respectivamente, en los dos movimientos de su inconclusa Sonata para piano.

Tras sus Cinco piezas breves (1951) y sus Dos piezas breves (1952), Gould se embarcó en la composición de su Cuarteto Op. 1 (1955). Descrito por él mismo como el “allegro de una sonata clásica desarrollado de forma gigantesca”, alterna un tema de carácter meditativo, que sirve de nexo entre las otras secciones, con una gran fuga a modo de desarrollo y una coda de dimensiones monumentales. Se trata, en defini­tiva, de un corpus musical ambicioso, tal vez irregular, ciertamente difícil de valorar, en el que se despliegan la inventiva, las filias y las fobias de uno de los más singulares y geniales pianistas del siglo XX.

Mario Prisuelos

Mario Prisuelos nace en Madrid y realiza sus estudios en el Real Conservatorio de Música de su ciudad natal, concluyendo su formación en Viena bajo la dirección de Leonid Brumberg. Después se perfecciona en la capital española con Humberto Quagliata, continuando así la tradición pianística de grandes maestros como Alfred Cortot, Claudio Arrau o Arthur Rubinstein. Recibe también los consejos de Phillip Dyson, Andrzej Jasinski y Alicia de Larrocha.

Debuta a nivel internacional en el Festival de Piano de Feuchtwangen dentro del aclamado Musikzauber Franken en Alemania, donde la crítica elogia su gran talento y fuerte poder de comunicación. Desde entonces comienza una intensa actividad ya sea en recital, como solista de orquesta o en grupos de cámara, con debuts en salas de Viena, Milán, París, Londres, Florencia, Río de Janeiro, Nueva York o Miami.

Es invitado habitual en importantes festivales de toda Europa. Ha realizado grabaciones discográficas y de radio con el sello Verso, Sonoris, RTVE y Hrvatski Croatian Radio, entre otras. Dentro de su interés por mostrar programas innovadores presenta su producción Música Española para piano: del Barroco al presente, CD grabado para el sello Verso y presentado en gira de conciertos por Centroamérica y Estados Unidos.

Comprometido con la música española

Es fundamental su firme compromiso con la creación musical de su tiempo difundiendo por todo el mundo obras de compositores como David del Puerto, Jesús Torres, Jesús Rueda, Mario Carro, Alberto Carretero, Nuria Núñez, Jesús Navarro, etc., estrenándolas tanto en conciertos como en grabaciones y mereciendo especial mención las realizadas para Televisión Española.

Miembro del dúo Studio Inverso y el Grupo SequenceSax, ha colaborado con músicos como Guillermo Pastrana, Yulia Iglinova, José Franch Ballester o el grupo Neopercusión. Está considerado uno de los más relevantes pianistas de su generación. Recientemente ha realizado un extensa gira por Estados Unidos que le ha llevado a debutar en el Carnegie Hall de Nueva York, así como conciertos entre otros en el Auditorio Nacional de Madrid o el Zagreb Music Academy.

Prisuelos es requerido frecuentemente para dictar masterclasses en diferentes centros docentes y universidades de Europa y América (Universidad de Princenton, Universidad William Patterson, Universidad Internacional de Florida, Universidad de Costa Rica, etc.). Entre sus compromisos futuros le esperan su debut en China y Japón. También saldrá próximamente al mercado su última grabación, Visiones, en una nueva colaboración con el sello Verso.

Ignacio Soler y el Cuarteto Sacconi

Ignacio Soler nació en 1991 en Alzira (Valencia). Ha obtenido los primeros premios en el Concurso de Joves Intérprets de Alzira (2006), Concurso Ciutat de Xàtiva (2008) o el Certamen Nacional de Interpretación Intercentros Melómano (2010), que le lleva a realizar una gira de conciertos por toda la geografía española. Entre sus próximos compromisos destaca la invitación de la Sinfónica de Monterrey para interpretar el Concierto para fagot de Mozart.

El Cuarteto Sacconi, formación residente en el Royal College of Music, ha sido reconocido por su sonido empastado y convincente, su comunicación y sus planteamientos imaginativos y novedosos. Se formó en 2001 y desde entonces ha actuado regularmente en Europa. Hasta el momento ha realizado 18 estrenos mundiales y dos estrenos en Gran Bretaña.