Flaco representa al cantautor renovado y con él a un “género” que derrochó aplausos a finales de los 90 y a principios de los 2000, pero que durante unos años se fue en pos de grupos ultramodernos y bandas indies. En realidad, nunca se fueron para siempre (solo para el público mainstream), y mucho menos el barcelonés, que poco a poco, pasito a pasito, ha ido sacando discos y conquistando territorios.

“Creo que ahora hay una especie de despertar. Supongo que tiene que ver con que llevábamos muchos años escuchando música un tanto pésima por la radio. Canciones con los mismos clichés que parecen de colegio, todas con los mismos arreglos y las mismas armonías. La gente está un poco cansada de escuchar eso y necesita canciones nuevas, que les sirvan en las situaciones vitales y que generen cierta complicidad”, relata el compositor y cantante.

Es justo esa complicidad de la que habla la que inunda su sexto trabajo, Versos y madera, que veía la luz a finales del mes de enero. Inspirado en una historia personal, es un disco profundamente autobiográfico que habla del rencor, la pena, el dolor, y las diferentes etapas que se atraviesan cuando se termina una relación sentimental. En él, Flaco se abre en canal. Letras sencillas, cercanas, pop-rock del bueno, bailable, bien cosido y bien rematado. “Estaba en casa solo por la noche, cogía la guitarra y en lugar de darle la chapa a algún amigo, escribía una canción”, cuenta.

Ante el público del Auditori

Con tintes quizás más folk que sus trabajos anteriores, sin darse casi cuenta, Flaco ha dado un golpe encima de la mesa al tocar durante tres noches, con todas las entradas vendidas, ante el público del Auditori de Barcelona. También al vender mil discos (en los tiempos que corren) durante la primera semana de lanzamiento. “Tocar en el Auditori es una experiencia. Siempre piensas que algún día puedes cantar allí, pero lo veía muy lejano, y de repente, llegó. Fue una locura”, resume.

Para él, la buena acogida de su último trabajo es una suma de factores. “Presentaba el disco en la inaguración del Festival de BarnaSants, que tiene una repercusión mediática; hacía cuatro años que no sacaba un disco de estudio y, además, cada vez me va conociendo más gente, que con las redes sociales está al tanto de lo que estás haciendo. La suma de todo es la que ha hecho que la salida del disco fuera más fuerte”.

Versos y madera ha conseguido ver la luz a través de una campaña de crowdfunding que tuvo lugar en noviembre. Al catalán le costó un poco tomar la decisión de apostar por el micromecenazgo y, de hecho, le tuvieron que convencer. Al final sucumbió ante la idea porque el disco anterior se lo pagó él y luego se quedó sin dinero para promocionarlo. Se dio cuenta de que se hacen discos para que lleguen a la gente. “Para que se escuchen. Ese es el fin”. Tampoco quería hablar con discográficas para no tener que aceptar determinadas condiciones.

Al final, el éxito, que llega después de haber dejado hace años un trabajo “estable” en la SEAT, se sienta a su lado. “No sé cómo lo he hecho, pero llevo ocho años desde que me fui de la SEAT y siempre he podido vivir de mis canciones. No me arrepiento en absoluto. En los tiempos que corren no sé qué es más estable, porque tener un contrato ya no es garantía de nada. Si llega un momento en mi vida en que no puedo vivir de la música, por lo menos sabré que lo intenté, que vi lo que era, que lo viví“, afirma seguro.

De cantautor a cantautor

En el disco colaboran músicos de la talla de Pepo López (Quique González, La Cabra Mecánica) o César Pop (Pereza, Leiva, Quique González), y entre sus temas, un guiño a otro cantautor, Javier Krahe, con una versión de Nos ocupamos del mar, que para Flaco es la canción de amor más bonita de las escritas en español. “Me llegó en la adolescencia y me hace sentir cosas muy chulas. Para mí Krahe es un maestro, y a pesar de que se gana la vida muy bien y de que lo conoce mucha gente, creo que es un desconocido para la mayoría. Sigue haciendo grandísimas canciones”.

Después del Auditori, el barcelonés sigue de garito en garito, de sala en sala, escuchando, en algunas, casi el respirar de la gente que tiene delante. El 7 de marzo presentará Versos y madera en Madrid, en la sala Galileo Galilei, a las 21.00 horas. ¿Festivales? Casi no ha tocado en ninguno. “Creo que para ello tienen que poner la modalidad Dani Flaco”, apunta. No es muy hipster ni tampoco muy rockero. De profesión, cantautor.