El título de la muestra hace referencia tanto a la dimensión de las pinturas, en general de gran formato, como al hecho de que todas ellas hayan sido realizadas en los últimos años, dentro del siglo XXI.

En total se trata de cerca de 40 obras (algunas de ellas constituyen series que se presentan como una unidad) que, unidas al montaje de la exposición, tratan de trasladar al museo la imagen caleidoscópica del taller de Gordillo.

Paraíso perdido

Luis Gordillo XXL/XXI forma parte, junto con la exposición Juan Mieg. Xuxurlaka, del programa En paralelo, con el que el Centro-Museo trata de hacer coincidir en el tiempo y en el espacio a dos autores que han desarrollado un significativo trabajo en el “paraíso perdido” de la pintura.

La exposición, cuya selección y articulación ha estado planteada por el propio Gordillo, muestra su copiosa fecundidad creativa y presenta su trabajo menos mediatizado o influenciado por otros intereses que no sean los propios de la experiencia estética, de su realidad creativa actual.

En líneas generales, la selección de obra se ha realizado entre aquellas piezas de su última producción, incidiendo en grandes formatos y aquellas series en las que se encuentra investigando actualmente, dos tipos de obras con una fuerte presencia en su proceso de trabajo.

Multitud de matices

Son un total de 26 títulos, entre ellos varias series, que una vez desplegados mostrarán más de 60 elementos. Todos juntos destilan multitud de matices sobre los principales intereses temáticos y el origen de la energía que propaga su trabajo.

A través de estas obras se hace posible apreciar las diferentes maneras del artista de abordar su trabajo. En una de ellas, a la que Gordillo se refiere como vertical, se enfrenta al lienzo en blanco, desde sus evocaciones interiores y su paleta. Un proceso que implica un enfrentamiento exigente, del artista con su obra y con su propio interior. Desde el proceso horizontal, sin embargo, unas obras derivan de las anteriores, en un continuo que podría llegar a ser eterno.