Mediante la utilización del término playground, la muestra propone una aproximación histórico-artística al espacio de juego y a su potencial socializador, transgresor y político desde los inicios de la modernidad hasta la actualidad. Playgrounds revista estos espacios y su capacidad de transformación de la sociedad, partiendo del referente carnavalesco como expresión irreverente y popular que altera el orden establecido.

Comisariada por Manuel Borja-Villel, Teresa Velázquez y Tamara Díaz, esta exposición incluye unas 300 obras en diversos formatos -pintura, escultura, instalaciones, vídeo, fotografía, artes gráficas, cine y documentos- de artistas como James Ensor, Francisco de Goya, Henri Cartier-Bresson, Helen Levitt, Alberto Giacometti, Ángel Ferrant, Hélio Oiticica, Lina Bo Bardi, Fischli & Weiss, Vito Acconci, Priscila Fernandes o Xabier Rivas.

Modos de vida

Con la extensión del capitalismo en la producción y el consumo se produjo un cambio en los modos de vida y el tiempo libre se convirtió en tiempo de consumo. Esta reforma afectó al espacio público que sufrió una modificación, como objeto de apropiación simbólica por las grandes fuerzas económicas.

El desorden social y la confusión, características de la vida moderna, aparecen a finales del siglo XIX y atraviesan el XX unidos a la conquista del descanso vacacional, como icono de una modernidad urbana que reclamaba su espacio de ocio en contraste con el tiempo de trabajo. En este sentido, el visitante encontrará una muestra que pretende señalar cómo, a través de una selección de antecedentes históricos, el comportamiento colectivo público recurrirá a elementos de resistencia y de diferenciación.

Actitud lúdica

En 1889, la Feria Internacional de París se convirtió en el precedente de parques de atracciones como el de Coney Island y los parques temáticos de finales del XX, transformando la feria en lugar de juego, como ejercicio de ruptura con lo útil y la introducción de un mundo de ensueño.

El espacio de juego será el motor para la planificación y transformación de la ciudad, convertida en un enorme playground, en contra de la noción de ciudadano inserto en una red urbana con el único objetivo de lograr la máxima productividad de sus habitantes. Asimismo, la exposición también aborda la crítica a los intentos de normalización del espacio de juego y del ánimo lúdico, así como su instrumentalización por agentes e intereses surgidos dentro de esa modernidad de comienzos del XX.

La reivindicación de la actitud anti-productiva y a favor del juego, así como del derecho a la pereza y a no hacer nada frente a la hiperactividad de nuestra era, se encuentra en el trasfondo de muchas de las obras presentes en Playgrounds. Reinventar la plaza. Las manifestaciones ciudadanas y los disturbios callejeros de finales de los años 60 y 70, como el punk, reivindicarán la ciudad como playground para el homo ludens.

Diferentes espacios

El recorrido de la muestra se encuentra dividido en nueve secciones, que atienden a cuestiones relacionadas con los espacios en su dimensión pública y socializadora. El primero de ellos es Actualidad del carnaval, un apartado en el que se recupera la ambigüedad del mundo al revés, la mascarada y el juego de ser otro. En los años 90 se vivió un resurgir del espíritu carnavalesco, al que vincularon a actos de denuncia, resistencia y nuevos modos de hacer política.

La segunda sección es Derecho a la pereza, que está formada por las obras de autores como Henri Cartier-Bresson, James Ensor, Jean Vigo, Weegee, Humphrey Spender o Fernand Léger, entre otros. En ella se cuestiona la regulación del tiempo de trabajo y la necesidad de que el trabajador tenga su tiempo libre.

En la tercera parte, el visitante se encuentra con En los desechos del mundo, un nuevo mundo, donde se hace hincapié  en cómo la calle, los solares vacíos y los terrenos baldíos emplazados en la periferia urbana han ejercido históricamente un atractivo especial como lugar de juego para los niños. La siguiente es La ciudad, tablero de juego, en el que se plantea la idea de urbe como un laberinto que conduce hacia el espacio de juego.

El quinto apartado, Modelo playground, hace referencia a un recinto tipificado, separado de la calle y destinado integralmente al juego, mientras que La revuelta del homo ludens se centra en las experiencias del movimiento de la Internacional Situacionista y en las acciones del movimiento holandés provo.

En la parte final del recorrido se encuentra Asalto al museo, donde se recuerda el proyecto de Palle Nielsen realizado en 1968, en el que incluía un parque infantil en el Moderna Museet de Estocolmo.

La exposición termina con Juegos de espacios, donde se explora cómo la cambiante sociedad de consumo y el desarrollo técnico de los años de posguerra fueron la base de nuevas soluciones urbanísticas y, finalmente, el visitante se encuentra con Reinventar la plaza, que recoge cómo las asambleas, manifestaciones y acampadas que se multiplicaron en 2011 devolvieron a las plazas su dimensión pública y permitieron experimentar nuevas formas de organización y vida en común.

Catálogo

Como parte de la exposición Playgrounds. Reinventar la plaza el Museo Reina Sofía ha publicado un catálogo ilustrado con textos de Lars Bang Larsen, Rodrigo Pérez de Arce, Beatriz Colomina y Marcelo Expósito. Además incluye escritos reeditados de Linda Nochlin, Lady Allen of Hurtwood, Aldo van Eyck, Constant, Hélio Oiticica, Robert Filliou, Pier Vitorio Aureli y Graham St. John.