Jugadores es una radiografía de las relaciones humanas, de la parte oscura e inaccesible que esconde todo el mundo, salpicada de humor y, claro, de un saludable espíritu lúdico.

En un piso antiguo, en torno a una mesa, bajo una lámpara, un barbero, un enterrador, un actor y un profesor de matemáticas juegan una partida de cartas. Es un refugio en el que se aceptan y se permiten todos los fracasos. A punto de tocar fondo, los cuatro personajes deciden arriesgarse. El juego se vuelve peligroso.

El director de la obra, Pau Miró, explica así su visión de la historia: «Cuatro hombres que se acercan a los 60 años. Unas vidas de mierda enfocadas a aquellas milésimas de segundo en las que la carta que decide una partida da la vuelta. Cada personaje tiene su historia, casi podríamos decir que cada personaje tiene un cuento por narrar. Entre los cuatro, sin embargo, cuentan una historia en común: los cuatro se sienten desplazados. El mundo ha cambiado y no lo entienden. Han cambiado los valores, las reglas, y no encuentran su lugar. El dinero ha desaparecido y no regresa. También las prerrogativas. Los alicientes. Descolocados, andan arrastrando los pies, parecen fantasmas o cadáveres, o sonámbulos, o parece que estén en estado de coma… o, si me lo permiten, parece que tengan un blanco (aquel momento en el que el actor/actriz está sobre el escenario y se olvida del texto). Es como si estos personajes hubieran olvidado el texto y estuvieran esperando a que volviera. Han perdido el pulso del mundo, y sólo tienen una manera de recuperarlo, tal vez demasiado arriesgada, seguramente demasiado peligrosa. Y alocada. Y también desesperada. Al fin y al cabo, sin embargo, la única manera. Lo más probable es que no salga bien, pero ¿quién sabe? Rojas o negras, ¿quién sabe?».

  • Encuentro con el director: viernes 5 de septiembre.
  • Encuentro con los actores: jueves 18 de septiembre.