La obra, producida por el Théâtre des Bouffes du Nord, ha sido creada y dirigida conjuntamente por Brook y Marie-Hélène Estienne, su colaboradora habitual desde hace más de 40 años. Esta es la décima vez que el Festival trae una creación del artista, abriéndolo en esta ocasión con su pieza.

La nueva obra de Brook aborda el fenómeno de la sinestesia (imagen o sensación subjetiva, propia de un sentido, determinada por otra sensación que afecta a un sentido diferente) y explora las experiencias reales de personas que ven el mundo bajo un prisma radicalmente distinto.

Como médicos y pacientes

Los personajes intercambian sus puestos como médicos y pacientes para explorar los misterios y maravillas del cerebro humano; esperamos la historia de cada “enfermo” de sinestesia con entusiasmo porque sabemos que abrirá un nuevo sistema de referencias, una tupida red de conexiones y posibilidades artísticas: un pintor que sólo puede crear cuando escucha música jazz, transformando las notas en pinceladas sobre el lienzo; una mujer para la que el lenguaje forma un rizoma de conexiones entre sonidos, para la que las imágenes son el asidero de su comprensión de las palabras: la “nada” es una nube blanca que puede atraparse o desmaterializarse, el número 87 es una señora gorda acompañada por un hombrecito con bigote.

En este viaje caleidoscópico subyace el material desarrollado durante años de investigación neurológica, a lo largo de los cuales Brook se topó con historias reales que tenían particularidades asombrosas. Otro poso que se aprecia en la obra es el épico poema místico de Farid Attar La conferencia de los pájaros.

Dejarse llevar

Todo ello se sostiene en una propuesta que nos enseña a rechazar los sistemas unívocos de comprensión del mundo y a dejarnos llevar hacia el valle del asombro ante las posibilidades de nuestra inteligencia sensitiva: “I know you would not take me out of this rich world I live in”, dice uno de los pacientes, aterrado ante la sola idea de perder la riqueza que le genera la mezcla de sus percepciones.

El público madrileño tiene la ocasión de disfrutar de una propuesta que refleja un deseo que ha perdurado en toda la obra del maestro: que la investigación en el ámbito teatral sea constantemente practicada y puesta a prueba en cada representación.

Influyente figura

Peter Brook es una de las figuras más influyentes del teatro europeo contemporáneo. Desde que dirigió en 1943 su primera obra, ha llevado a escena más de 70 piezas en Londres, París y Nueva York. El trabajo de Peter Brook con la Royal Shakespeare Company se tradujo en obras como Love´s Labour´s Lost (1946), Measure for Measure (1950), Titus Andronicus (1955), King Lear (1962), US (1966), A Midsummer Night´s Dream (1970) y Antony and Cleopatra (1978).

En 1971 fundó el Centro Internacional para la Investigación Teatral en París y, tres años más tarde, estableció su base permanente en el Théâtre des Bouffes du Nord, donde ha dirigido, entre otras, obras como Timon of Athens, The IK, Conference of the Birds, The Tempest, Tierno Bokar y Love is my Sin.

También ha dirigido óperas para el Covent Garden de Londres y la Metropolitan Opera House de Nueva York y películas como El señor de las moscas o Le Mahabbharata. La autobiografía de Peter Brook, Threads of Time, se publicó en 1998 y se unió a otros títulos suyos, como The Empty Space (1968), Evoking (and Forgetting) Shakespeare (2002) y There are No Secrets (1993), traducidos a 15 idiomas.

 

 

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