El eje central de Alcine es nuevamente la Sección Oficial, donde se ven los mejores y más recientes cortometrajes nacionales y europeos. En el Certamen Nacional compiten en esta edición 28 películas (seleccionadas entre 497) y en el Certamen Europeo 25 (seleccionadas entre 785).

En cuanto a los premios, a los principales galardones –Premio Ciudad de Alcalá, Premio Alcine y Premio Comunidad de Madrid, de aportaciones entre 8.000 y 2.500 euros– se suman muchos otros, uno de ellos novedad en esta edición, que otorgará la Asociación Madrileña de Productores (AMA).

El largometraje también tiene su espacio en esta edición con ciclos como Pantalla abierta, que incluye películas a competición, y Pantalla cero, que presenta largos inéditos de bajo presupuesto y cuenta con charlas y coloquios después de las proyecciones.

El nuevo ciclo Los instantes decisivos, con proyecciones en el Corral de Comedias, explora la relación entre el cortometraje y la fotografía que despierta el interés tanto de cinéfilos como de profesionales y amantes de la fotografía. Y los cortometrajes más premiados por 15 festivales europeos se pueden ver en Short matters! Premios Europeos de Cine.

Cine en la calle

Los jóvenes continúan siendo protagonistas en Alcine a través de El cine y los jóvenes, con proyecciones de cortos en diferentes institutos de la ciudad, y El dedo en la llaga, que aborda la situación de los jóvenes europeos a través de sus cortometrajes. Y los más pequeños no deben perderse Cosas de niños, para niños desde los 3 años, y talleres de animación.

La exposición Lo que el cine no me contó, del ilustrador Víctor Soler, es una de las grandes citas del festival. El artista recrea títulos míticos del séptimo arte con impactantes cuadros de gran formato de más de dos metros. El catálogo incluye textos, entre otros, de Tristán Ulloa o Borja Cobeaga.

En La calle del corto, Alcine sale del espacio casi sagrado que es la sala de cine y se atreve a llenar de buen cine una de las principales calles de Alcalá de Henares, la más transitada y una de las más bellas, la Calle Mayor. En los balcones de la conocida como «Casa tapón», una pantalla ilumina a los viandantes y en ella pueden ver una selección de cortometrajes que han formado parte del programa Madrid en corto de la Comunidad de Madrid.

Música y debates

Alcine dedica siempre un espacio para el debate. Este año, la nueva sección Foro Alcine es un punto de encuentro para la industria del cine y para los jóvenes creadores. La reunión de la Asociación de la Industria del Cortometraje-AIC acerca a los festivales de cine su propuesta de creación de un código de buenas prácticas para la participación de cortometrajes en festivales. Y como colofón, Alberto Rodríguez, director de La isla mínima, descubre los secretos de su cine a través de una clase magistral en el Antiguo Hospital de Santa María la Rica.

Repitiendo el exitoso formato estrenado la pasada edición, vuelve Las noches de Alcine, y también el microfestival de bandas de cortometraje, Short music, con especial atención este año a la música de raíces, del country a la cumbia, sin dejar de lado la experimentación formal y sonora. Todo en el Corral de Comedias. Y la Orquesta Ciudad de Alcalá ofrece su tradicional concierto de música de cine. Esta vez presenta La marioneta de Merlín, un cortometraje de estreno de Tito García González que se adentra en los colores del cine y la música. A través de la música el espectador puede conocer el color oscuro de Harry Potter y La marcha imperial, el color intermedio de El mago de Oz y ET, y el color cálido de Moon River. Una ocasión única para escuchar el cine.