A raíz de la exposición de impresionismo francés organizada por el marchante Paul Durand-Ruel en Nueva York en 1886, los artistas estadounidenses comenzaron a hacer uso de la nueva pincelada, los colores brillantes y los efectos fugaces propios del movimiento francés; muchos de ellos, incluso, decidieron viajar a París para conocer el impresionismo de primera mano.

La comisaria de esta muestra, Katherine Bourguignon, conservadora de la Terra Foundation for American Art Europe, rastrea a través de 77 pinturas el modo en que los artistas estadounidenses descubrieron el impresionismo entre las décadas de 1880 y 1890, así como la interpretación propia de este estilo que desarrollaron hacia 1900.

La mayoría de estas pinturas visitan por primera vez España y estarán acompañadas por algunos lienzos de Monet, Manet, Degas y Morisot, con la intención de que sirvan como «punto de referencia», afirma Bourguignon. Pero los estadounidenses no copiaron a los franceses, sino que «cada artista desarrolla un estilo único inspirado por el impresionismo», destaca la comisaria.

Modernidad europea

Para aquellos pintores que querían participar de la modernidad europea era imprescindible pasar una temporada en París para visitar el Louvre y el Salón, e incluso formarse en alguno de los cada vez más numerosos estudios y academias. James McNeil Whistler fue uno de los primeros, seguido por Mary Cassatt. En 1874, cuando París se estaba recuperando de la guerra franco-prusiana, llegó una segunda oleada de artistas, como John Singer Sargent y Theodore Robinson.

De esta manera, el recorrido expositivo se divide en dos partes claramente diferenciadas. Por un lado se encuentra «a los artistas que viajaron a Europa para aprender de los impresionistas, y por otro, a los que trabajan en Estados Unidos usando el vocabulario impresionista para pintar temas americanos».

En la segunda parte de la muestra, el visitante se encontrará con pintores que, sin haber tenido un contacto directo con los impresionistas y desde puntos de partida muy diversos, supieron adaptar sus ideas y su forma de pintar a los temas nacionales y seducir así a un nuevo público.

Esta exposición ha sido organizada por el Musée des Impressionnismes Giverny y la Terra Foundation for American Art, en colaboración con las National Galleries of Scotland y el propio Thyssen.