La exposición reúne 124 fotografías en blanco y negro en papel ‘baritado’, algunas de ellas inéditas, realizadas durante los últimos seis años, una etapa de madurez y depuración conceptual en la que ha profundizado y ampliado las claves que han marcado su investigación fotográfica.

Con esta retrospectiva, comisariada por Borja Casani, se puede ver «cómo mi trabajo ha ido evolucionando poco a poco», asegura el artista. «Lo que ha ido cambiando son los elementos sobre los que voy trabajando, cambia la mirada a lo largo de los años y también la forma de acercarse a los objetos y de trabajar con ellos».

La poética del objeto ha construido el diálogo en el trabajo de Madoz, abriéndose a otros referentes e influencias como la presencia de la naturaleza, la aparición de la figura animal, la inclusión del dibujo como otra forma de representación o la aparición del texto como un vehículo natural de la imaginación. El artista juega en sus fotografías a la relación entre opuestos, imágenes que «suelen ser binarias. En ellas, dos elementos que no tienen ninguna relación se entremezclan para crear una realidad diferente».

Esta muestra -enmarcada en la Sección Oficial de PHotoEspaña 2015- se presenta con motivo de la concesión al artista del Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid 2012.

Poesía y humor

La ausencia de color «tiene que ver con esa idea de oposición y enfrentamiento. Además, el blanco y negro guarda una cierta distancia con la idea de realidad y, por último, siempre me ha parecido que una imagen en blanco y negro no se enmarca en el tiempo con la misma facilidad que una a color», explica Madoz.

En sus fotografías se pueden encontrar notas de humor, a pesar de que el fotógrafo confirma que no intenta «hacer imágenes en las que el humor esté patente, ni despertar una sonrisa en el espectador». Es el espectador el que acaba reconociendo en esta imágenes algo cotidiano «que le invita a esa sonrisa».

Pero también se encuentra un lenguaje poético, y a veces filosófico. Esto se debe, según el artista, a que «la fotografía comparte con la poesía un territorio natural. Las dos comparten ideas con los mínimos elementos posibles y con la mayor intensidad». El resultado es una obra que tiene una gran coherencia formal mediante un ejercicio de precisión técnica, debido a un proceso de trabajo basado en la observación y en la búsqueda de objetos: «Es como una especie de obsesión por intentar conseguir una perspectiva distinta de la realidad que te rodea».

Sobre Chema Madoz

Chema Madoz es uno de los fotógrafos más relevantes de la escena artística española, que disfruta, además, de reconocido prestigio internacional. En 1983 realiza su primera muestra individual en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid y desde 1990 comienza a desarrollar su poética de objetos, tema que será una constante en su fotografía hasta la actualidad.

Ha sido galardonado con numerosos premios: el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, modalidad de Fotografía (2012), el Premio Nacional de Fotografía (2000) y el Premio PHotoEspaña (1998), entre otros. Grandes museos, como el Reina Sofía y el Pompidou, han acogido sus exposiciones y sus obras forman parte de museos y colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Telefónica, el Centro Andaluz de Fotografía, la Fundación Juan March, el IVAM, el Ministerio de Cultura y el Fine Arts Museum de Houston.