Desde el Hermitage de San Petersburgo, que posee una de las mayores colecciones de pintura del mundo y la mayor y más diversa colección de arte español fuera de España, viajan hasta Ámsterdam obras maestras como Los apóstoles Pedro y Pablo, de El Greco; el retrato ecuestre del Conde Duque de Olivares y Cabeza de hombre joven de perfil, ambos de Velázquez; y el Retrato de Antonia Zárate, de Goya.

En la muestra también pueden verse La Inmaculada Concepción de Murillo y varios grabados de Los desastres de la guerra de Goya. La exposición se completa con obras de sus discípulos y de pintores posteriores influidos por los maestros del Siglo de Oro: Ribalta, Ribera, Zuloaga, Iriarte, Luca Giordano y hasta Picasso visitan Ámsterdam.

El Siglo de Oro español está considerado uno de los periodos más destacados de la historia del arte. Empezó a finales del siglo XVI y floreció a lo largo del XVII, coincidiendo con el reinado de Felipe II y también con el Siglo de Oro holandés y la revuelta de los Países Bajos contra la Monarquía Hispánica. La pintura española en general no está muy representada en los museos holandeses, lo que convierte a esta muestra en uno de los hitos museísticos de este otoño.