En sus lienzos, Yturralde recurre a los conceptos de arte, ciencia y metafísica para explorar los campos relacionados con la numerología, lo transcendental, aquello que le rodea y que no ve para trasladarlo a sus pinturas. “Mi intención ha sido lograr una atmósfera de fluida transparencia, de comunión con una cierta energía en lenta expansión, esa energía se refiere a la sensibilidad y a la emoción, a una vivencia poética. Quizás haya un aspecto espiritual o místico pero no creo que sea específicamente religiosos o sagrado, la sensualidad, la vida sencillamente, el aquí y el ahora de este acontecimiento», asegura.

El vacío que queda entre las obras tiene la misma importancia que la pieza en si misma, invitando a reflexionar constantemente sobre los límites de su trabajo. Sus obras se caracterizan por el empleo de transiciones cromáticas y el dominio de una amplia gama de colores vivos, aplicados con gran maestría para destacar el contraste de éstos. La temática de sus pinturas se centra en el concepto del espacio, el vacío, el tiempo, la energía, la luz, el universo o cuestiones que traspasan los límites de la ciencia experimental.

Arte óptico y cinético

Yturralde se confiesa un interesado del lenguaje que une ciencia y arte, de ahí su interés por el arte óptico y cinético. Recurre a modo de inspiración a artistas y pintores como Mark Rothko, Mondrian, Albers, Kandisky, Barnett Newman o Brice Marden, entre otros. Además, la arquitectura contemporánea, el cine, la poesía, la música o el arte, y la filosofía oriental son temas que influyen en el trabajo del artista y que a menudo se cuestiona en sus pinturas.

Sus obras son una reflexión pictórica en torno a la idea del vacío, el origen, el universo y el fin, temática a la que recurre a menudo en sus obras. La intención que persigue en el uso de las texturas y las transiciones cromáticas que utiliza es la necesidad de expresar sus sentimientos, preocupaciones o inquietudes. Los horizontes son un tema recurrente en su trabajo, abiertos a múltiples interpretaciones, como en sus pinturas Dawn (2012) o Mirfak (2014) pertenecientes a su serie Horizontes, donde explora mediante el color las texturas y la materia el concepto del tiempo y el infinito.

Otro de los temas que abarca el artista en sus pinturas es la idea de la nada o el silencio presente en la serie iniciada a principios de los 90 denominada Eclipses, donde rinde homenaje a Malevich. El artista continúa reflexionando sobre cuestiones que le han preocupado durante toda su trayectoria como son, el vacío, el tiempo, la luz, el universo o lo celestial.