La introducción de los colores flúor, la dulcificación de los rostros, sin perder la carnalidad, es lo que determina el avance de esta última etapa de su trabajo. Lozano utiliza los rostros como medio de captación psicológica. Poderosas figuras sobresalen sobre fondos de tintas neutras, planos e infinitos. Cuesta trabajo no quedarse atrapado ante sus penetrantes miradas o entre las palpitantes y sensuales bocas, fundidas por pinceladas cargadas de color o en los semblantes rotundos de luces y sombras.

El resultado puede verse en la exposición: personajes con mucha fuerza que apelan al espectador haciéndolo inevitablemente partícipe de sus miradas. Miradas que exhalan los anhelos más profundos.

La muestra reúne una selección de su obra más reciente realizada entre finales del 2015 y principios del 2016, algunas de las cuales ya se vieron en Art Madrid’16.