La muestra, que ya ha pasado por Madrid y Alicante, exhibe una selección del patrimonio recuperado de la Nuestra Señora de las Mercedes; destaca, además, la importancia de la protección del patrimonio subacuático y da a conocer el contexto histórico de la época y las circunstancias del trágico hundimiento del buque de la Real Armada.

El discurso, elaborado por las comisarias Carmen Marcos Alonso y Susana García Ramírez, se estructura en tres grandes apartados en los que, a través de más de un centenar de piezas, se relata una historia contada con muchas historias.

Con muchas historias

El primer apartado cuenta la historia de la fragata: las circunstancias en las que se produjo el suceso de la Mercedes, los motivos del viaje, la flota a la que pertenecía, cuál fue su ruta, el carácter del cargamento que transportaba y su tesoro, y quienes fueron algunos de los protagonistas de la batalla.

En el segundo, el visitante conocerá a la protagonista de aquellos sucesos, la fragata: cómo y dónde fue construida, qué aspecto tenía, cuál era su armamento, cómo fue el combate con la escuadra inglesa, las causas por las que explotó, así como las consecuencias que tuvo este ataque.

El tercer y último apartado narra el presente: el expolio cometido, lo que ha supuesto en cuanto a destrucción de un yacimiento arqueológico, el proceso judicial, la resolución del juicio a favor de España, las actuaciones seguidas tras el regreso de los materiales y, por último, la política dirigida a la defensa del Patrimonio Arqueológico Subacuático.

Desde el punto de vista museográfico, la exposición busca un equilibrio entre la exhibición de los objetos históricos, las piezas arqueológicas y los documentos originales que sirven de hilo conductor para cada ámbito, y el uso de los recursos expositivos que mejor trasladan los contenidos al visitante: audiovisuales de gran formato, maquetas, escenografías, infografías, interactivos y realidad aumentada.

En busca del equilibrio

En el Archivo General de Indias se pueden contemplar documentos clave para la resolución del caso judicial, piezas originales de los siglos XVIII y XIX, testimonios de supervivientes y restos arqueológicos procedentes de la fragata, además de recursos audiovisuales, escenografías, reconstrucciones y modelos a escala que permiten al visitante conocer la historia a través de un viaje al pasado y vivir la experiencia de navegar y combatir en una fragata española de los albores del siglo XIX.

Todo ello contado a través de los testimonios de sus principales protagonistas: José Bustamante, que regresa a España tras finalizar su cargo como gobernador en Montevideo; Diego Alvear, que ve morir a su mujer y sus siete hijos en la explosión de la Mercedes; Graham Moore, comandante de la flota inglesa que ordena el ataque, o Tomás de Iriarte, que contaba con diez años cuando fue testigo del violento combate. Historias dentro de la Historia que convierten esta exposición en una muestra única, cercana, emotiva, épica, llena de anécdotas y detalles históricos y arqueológicos…

Modelo de la fragata de 34 cañones Nuestra Señora de las Mercedes (1788-1804). 2012-2014. Escala 1:48

Modelo de la fragata de 34 cañones Nuestra Señora de las Mercedes (1788-1804). 2012-2014. Escala 1:48.

Historia de un expolio

El tesoro fue expoliado en mayo del 2007 en un lugar aún no identificado al sur de Portugal y al oeste de Cádiz. Cuando la compañía estadounidense hizo público el hallazgo, el Gobierno español lo reclamó con el argumento de que pertenecía al cargamento de la Nuestra Señora de las Mercedes. Pero para entonces, Odyssey ya lo había trasladado a Florida a través de Gibraltar.

Más de 500.000 monedas de plata y oro, además de algunos restos de objetos pertenecientes a la tripulación, fue el rico conjunto arqueológico extraído de aquel pecio a 1.500 metros de profundidad. España siempre sostuvo que los restos pertenecían a un cementerio marino –en la explosión del navío fallecieron 263 marinos y pasajeros– y se encontraban protegidos por la Ley de Inmunidad de Soberanía Extranjera, postura en la que coincidió con el Gobierno estadounidense.

A raíz de la publicación en hoyesarte.com de aquella noticia sobre la postura oficial estadounidense, José María Moncasi de Alvear, descendiente directo del almirante Diego de Alvear, comandante de la flota en la que se incluía la Mercedes, agradeció en estas páginas a Estados Unidos su apoyo a España en el caso.

La historia de Diego de Alvear y el mencionado navío se remonta a 1802. Ese año, el almirante regresaba a España tras haber servido a la Corona como Segundo Comisario de la Demarcación de Límites entre España y Portugal. La fragata partió del Callao rumbo a Cádiz transportando patrimonio del Estado y de comerciantes españoles. Dos años más tarde, cuando la Mercedes se encontraba ya frente a las costas portuguesas, el comandante De Alvear, desde otro navío, vio cómo la fragata española explotaba tras un ataque inglés llevándose consigo a su esposa, a siete de sus ocho hijos y toda su fortuna.

Esta muestra ha sido organizada conjuntamente por la Secretaría de Estado de Cultura, Acción Cultural Española (AC/E), el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Naval.

Patrimonio de nuestra historia

En el momento de la batalla que hundió a la Mercedes, las hostilidades entre Gran Bretaña y España habían sido suspendidas por el Tratado de Amiens de 1802, por lo que nuestro país no se encontraba en guerra con Inglaterra. En respuesta a este ataque, España declaró la guerra a Gran Bretaña y entró nuevamente en las Guerras Napoleónicas que duraron otra década más. El hundimiento marcó un momento clave en la historia de España y de Europa.