Como señala María García Yelo, directora del festival, «Cristina es una autora que no sabe decir que no». Por eso, la que fuera fotoperiodista, ahora más ligada a las galerías, ha dado un parón en 2016 para respirar y ver todo el trabajo acumulado. El resultado de este paréntesis se ha convertido en Muchismo, una muestra en la que «he retomado todas las copias de imágenes que se han producido, todo lo que he almacenado a lo largo de las 30 exposiciones que he realizado», explica De Middel.

La autora lleva desde 2012 interesada en la relación entre la fotografía, la realidad y la verdad, junto con el papel que los medios de comunicación juegan en ella. Por eso, en esta exposición la artista tiene como objetivo compartir sin filtros lo que estos años han dado de sí con respecto a la producción y repetición de copias fotográficas de exposición que difícilmente encajan con las bases del mercado y el coleccionismo.

Así, las fotografías que se reúnen en esta serie son todas las copias de su inventario con todas las variaciones y adaptaciones que responden a ferias, planos de sala y comisariados. Con esas imágenes, más de 300, contó sus historias, y ahora, como si fueran palabras en una frase, juega con ellas y las redescubre. «Se trata de un juego en el que uso una palabra o frase para retomar las imágenes», asegura.

En la exposición aparecen seis series míticas de Cristina de Middel: This is what hatred did, que cuenta la historia de cómo un niño de cinco años estuvo perdido durante 30 años después del ataque de unos soldados; Polyspan, donde investiga los correos electrónicos fraudulentos; Party, donde contrapone la versión oficial de la China comunista y la realidad; Jan Mayen, en la que redescubre esta isla situada entre Groenlandia e Islandia; The Afronauts, que recrea cómo un país africano intentó viajar a la Luna en 1964; y Fingers and Whistle, donde fotografió las calles de la ciudad de Nueva York.