La pasión por Japón no es solo algo de nuestros días. En el siglo XIX, la cultura y el arte japonés ya fascinaron a numerosos artistas europeos y tuvieron una influencia importante en muchas de sus obras.

El interés por las artes de Japón entre los pintores europeos se tradujo, ya desde la década de 1860, en la aplicación de nuevas formas de expresión artística aprendidas gracias a la llegada masiva de las estampas japonesas. A través de ellas, artistas como Monet, Degas, Toulouse-Lautrec y Gauguin descubrieron nuevos encuadres y puntos de vista, nuevas composiciones, así como la aplicación de superficies neutras de color plano, de gran efecto cromático. Estas características también las pudo admirar Anglada Camarasa en los grabados japoneses que fue adquiriendo a lo largo de su vida.

En este sentido, el interés de Anglada Camarasa por el arte japonés es un caso paradigmático de esta fascinación, que le llevó a adquirir una colección de 155 grabados y seis libros ilustrados representativos de los últimos años del arte de la estampa ukiyo-e, así como paisajes, retratos de mujeres hermosas y retratos de actores de teatro kabuki del siglo XIX.

La nueva exposición cuenta con generosos préstamos de la familia Anglada-Camarasa. Muestra una selección de 36 de estas estampas japonesas, seis libros ilustrados, dibujos y pinturas del artista que nos hablan de la riqueza del arte nipón y que, tanto temática como cromáticamente, dialogan con su obra.