Esta colaboración y exposición suponen la primera visita de muchas de estas obras a EE.UU. Comisariada por Eugenio Carmona, Arte moderno español de la Asociación Colección Arte Contemporáneo se exhibe sólo en el Meadows hasta el 29 de enero de 2017.

Como recuerda el comisario, «el arte moderno español se desarrolló en diversas geografías, especialmente en Barcelona, en Madrid y en París. Al mismo tiempo vivió y se desarrolló en distintos tiempos históricos; en momentos de expansión política y social muy positiva y otros, por el contrario, especialmente duros para el desarrollo de las artes. A veces se ha pensado que la Guerra Civil fue un dramático corte que marcaba un antes y un después irreconciliables. Hoy podemos comenzar a pensar las cosas de otra manera. Entender las experiencias del arte moderno español como un largo esfuerzo de continuidad, regido por las leyes del cambio, es cierto, pero también por las de la permanencia de determinados principios estéticos y creativos».

Entre los artistas incluidos en esta muestra están Eduardo Chillida, Óscar Domínguez, Pablo Gargallo, Julio González, Antoni Tàpies, Joaquín Torres-García, Josep de Togores y Jorge Oteiza, que recibieron poco reconocimiento en su época pero que hoy gozan de fama internacional; Rafael Barradas, Leandre Cristòfol, Ángel Ferrant, Alberto Sánchez y José Guerrero, quienes influyeron sobre la práctica de sus contemporáneos tanto en EE.UU. como en España; y a artistas que —pese a ser cruciales para la historia del arte moderno— siguen siendo menos reconocidos, como Alfonso Olivares, Pablo Palazuelo, Eusebio Sempere o Martín Chirino.

A los trabajos de estos artistas, y a muchos otros, se sumarán obras maestras pertenecientes a la colección del Meadows Museum de creadores como Salvador Dalí, Juan Gris, Joan Miró o Pablo Picasso.

«Para entender la amplitud y la intensidad del arte moderno español –explica Carmona– es necesario olvidar los lugares comunes de los ‘ismos’ y mirar el contenido de las obras por sí mismas. Los artistas españoles que trabajaron en pleno siglo XX nunca dejaron de trascender y borrar los límites formales. En la actualidad, su obra no admite una categorización fácil, ya que conjuga dinámicamente distintos estilos, enfoques y movimientos. Con esta exposición y la pionera colaboración entre la ACAC y el Meadows Museum, estamos haciendo posible un acercamiento distinto a algunas de las obras más importantes del arte moderno».

Aportaciones españolas

Pese a que el arte español de este periodo no puede disociarse por completo de su contexto histórico, la exposición se centra en las aportaciones estéticas que los artistas españoles hicieron al arte moderno en general, incluidas las de aquellos exiliados que se encontraban trabajando en ciudades como París.

La Asociación Colección Arte Contemporáneo (ACAC) fue fundada en 1987 por un gran grupo de empresas privadas con la misión de fomentar la conservación y la difusión del legado artístico español a través del establecimiento de una colección de arte moderno y contemporáneo. Las empresas han convenido un mecanismo mediante el cual contribuyen anualmente a un fondo para adquisiciones, que se utiliza para adquirir obras con la orientación de su equipo de consejeros, del que forman parte Antonio Bonet, Eugenio Carmona y Simón Marchán. Una vez adquiridas las obras, la propiedad de las mismas se asigna a las empresas participantes por sorteo, aunque permanecen bajo custodia de la ACAC, que las hace accesibles al público en el Museo Patio Herreriano de Valladolid.

Como destaca Carmona, «la colección de la ACAC es la única que por sí sola puede plantear los principales hitos de las aportaciones españolas vinculadas con el arte moderno. Posee valiosos dibujos de Miró y Dalí, pero desde el primer momento puso su objetivo en la reunión de piezas especialmente significativas de autores que actualmente gozan de prestigio internacional pero que en su momento necesitaban ser reivindicados: artistas como Julio González, Óscar Domínguez, Pablo Gargallo, Josep de Togores, Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza o el uruguayo asociado a la cultura española Joaquín Torres-García. Prestó también especial atención a aquellos creadores que en su tiempo marcaron poderosamente la actualidad artística española; es decir a artistas como Rafael Barradas, Joaquim Sunyer, Francisco Bores, Pancho Cossío, Benjamín Palencia, Alberto Sánchez, Maruja Mallo, Leandre Cristófol, Ángel Ferrant o Manuel Millares, al tiempo que los relacionaba con aquellos que, como Esteban Vicente y José Guerrero, desde Estados Unidos señalaron nuevas vías de desarrollo de las artes visuales».

Entramado del arte

Junto a todos estos importantísimos pintores y escultores, la ACAC ha tenido la «paciencia y la habilidad de ir restituyendo todo el tejido y todo en el entramado del arte moderno español reuniendo la obras de creadores poco estudiados que realizaron aportaciones singulares que aún hoy sorprenden a los amantes del arte como en su día sorprendieron a una sociedad a la que trasformaron en sus parámetros estéticos. Entre estos artistas se puede citar a, entre otros, Alfonso Olivares, Hernando Viñes, José Moreno Villa, Martín Chirino o Pablo Serrano», concluye el comisario.

En cuanto al Meadows Museum, es la institución de mayor importancia en Estados Unidos centrada en el estudio y la presentación del arte español. En 1962, el empresario y filántropo Algur H. Meadows donó su colección privada de pinturas a la Universidad Metodista del Sur, junto con fondos para crear un museo, que abrió sus puertas al público en 1965 y supuso el primer paso para cumplir el sueño de Meadows de crear “un pequeño Prado en Texas”. En la actualidad alberga una de las colecciones de arte español más nutridas y exhaustivas que existen fuera de nuestro país. Abarca desde el siglo X al XXI, y comprende objetos medievales, esculturas renacentistas y barrocas e importantes pinturas de maestros del Siglo de Oro y modernos.

Cinco sensibilidades

La ACAC ofrece una singular y completa narrativa visual del desarrollo y la evolución del arte español desde los inicios del arte moderno hasta el presente, presentando la obra de muchos de los artistas más importantes de la época. Aprovechando la envergadura de esta colección, las cinco secciones de la exposición ponen de relieve cinco sensibilidades presentes en los artistas modernos españoles. Se hacen patentes sus conexiones; sin embargo, también se subraya la diversidad de enfoques formales y conceptuales que adoptaron. Las cinco secciones son:

Forma: hacia un arte constructivo. Una transición del cubismo a una interpretación más libre de las formas concretas, estructuradas. Muchas de las obras de esta sección, tanto abstractas como figurativas, ponen de manifiesto una fuerte conexión con el arte latinoamericano.

Lirismo y expresión libre. Con estas obras, los artistas adoptaron una mayor libertad y espontaneidad, tanto gestual como temática. Las pinturas y esculturas de esta sección se encuentran conectadas por una sensación de acción y energía. Muchas de ellas fueron precursoras del advenimiento del expresionismo abstracto estadounidense.

Nuevas fisionomías, nuevos realismos. Los artistas representados se encontraban a la vanguardia del realismo moderno, representando a hombres y mujeres de una sociedad europea en plena transformación con composiciones que ponían de relieve sus diferencias, su modernidad y su complejidad y, en el caso de las mujeres, su rol cambiante en la sociedad.

Surrealismos expandidos. Explora la variedad de enfoques que adoptaron los artistas españoles frente a lo que normalmente se conoce como Surrealismo. Su obra revela una comprensión más amplia de lo que significaba representar el estado inconsciente de ensoñación asociado a este movimiento. Estas representaciones, en dos y tres dimensiones, sacan a la luz nuevas ideas sobre la paranoia, el exilio, la memoria y la naturaleza humana, tanto individual como colectiva.

Naturaleza y cultura. Profundiza en la característica relación entre el arte y la naturaleza, según se expresa en el arte. La convergencia de la cultura popular con la naturaleza y la etnografía dio como resultado un acercamiento dinámico al proceso creativo a través del cual se unían el arte moderno y la identidad cultural de manera singular.