Martí Gasull Avellán. Joan Ponç. Ceret, Francia, 1978.

Martí Gasull Avellán. Joan Ponç. Ceret, Francia, 1978.

Bernat Gasull i Roig, hijo del fotógrafo, describe estas imágenes como «fotos de artistas que mi padre ha tratado o conocido, con quienes incluso ha establecido una amistad firme y estrecha. Como él mismo dice, ‘surgen del vicio de fotógrafo’. A veces son fruto de un imprevisto: ‘Un día me llama Guinovart y me dice: Martí, estoy en Barcelona y me han pedido una foto. ¿Puedo ir a tu estudio y en un minuto me haces una? Claro que sí, le contesto. Resultado: tres horas jugando a hacer fotos’. Por ello, más allá del gesto y el espíritu del artista, las imágenes muestran una disimulada admiración, amistad y afecto mutuos».

La mayoría de estas fotografías están hechas con Hasselblad, pero también con Nikon y Linhof 9×12 y son ampliaciones a partir del archivo digital. A menudo, los retratos fueron realizados durante las sesiones dedicadas a fotografiar las obras de los artistas, y captan la actitud reflexiva, concentrada y a veces irónica o soñadora de sus autores.

Con esta exposición se quiere reivindicar la persona y la obra de Martí Gasull Avellán que, siempre atento y discreto, ha sido un testigo de excepción de la creación artística de nuestro país, así como un ejemplo de excelencia profesional.

Martí Gasull Avellán. Josep María Subirachs. Barcelona, 1977.

Martí Gasull Avellán. Josep María Subirachs. Barcelona, 1977.

Fascinado por el arte

Martí Gasull Avellán. Joan Brossa. Barcelona, 1996.

Martí Gasull Avellán. Joan Brossa. Barcelona, 1996.

Martí Gasull Avellán (Barcelona, 1944) vivió de cerca desde pequeño el mundo de la fotografía a través de su padre, Martí Gasull Coral. Con él se inició profesionalmente, tanto en la fotografía industrial, como en el laboratorio, aprendiendo técnicas de revelado, diapositivas (Ektachrome), y todo lo relativo a la interpretación de la luz. Desde 1960 se dedicó al reportaje social con otros colaboradores, decantándose más tarde por encargos de calidad en el mundo industrial y publicitario.

En los años setenta entró en contacto con el mundo del arte, que le fascinó profundamente. A partir de entonces, se especializó en la fotografía de obras de arte, y puso todos los medios técnicos y su oficio, para reproducir las obras de forma exacta y captar, además, todo lo que los artistas querían expresar en ellas. Esto le lleva a colaborar con editoriales, museos, galerías, y a tener un contacto estrecho y enriquecedor con muchos artistas, como Tàpies, Subirachs, Guinovart, Aguilar, Plensa, Riera y Aragó, Brossa y tantos otros. Las fotografías de Martí Gasull han sido publicadas en numerosos libros y catálogos.