Nacida en Brasil, criada en Argentina y residente en Francia, Dominique Pinto, conocida artísticamente como Dom La Nena, lanzó en septiembre del año pasado Cantando, un EP en el que versiona algunas de sus canciones favoritas, que hasta el momento sólo había tocado en conciertos (o en casa). Scenic World, de Beirut; Felicidade, de Lupicinio Rodrigues; Gracias a la vida, de Violeta Parra; y Les vieux, de Jacques Brel, componen un álbum breve y hermoso en el que Pinto se acompaña únicamente de su violonchelo, repasando además los cuatro idiomas en los que canta habitualmente.

«Todas las canciones elegidas para este EP son mis favoritas desde hace mucho tiempo, y muchas de ellas las he disfrutado desde que era una niña. Con estas cuatro canciones quería reunir una variedad de estados de ánimo, idiomas, atmósferas, momentos y revisitar mis raíces musicales», escribió la propia cantante a propósito del lanzamiento de Cantando.

Siendo muy joven, Dom La Nena se mudó a Buenos Aires para estudiar con «la diosa del chelo», Christine Walevska, que la acogió como alumna. Después de eso, tras instalarse en París, comenzó a acompañar con su violonchelo a artistas como Jane Birkin, Jeanne Moreau, Camille y Étienne Daho. En 2013, tras lanzar el EP Golondrina, publicó su primer álbum, Ela, que incluía temas como No meu país, Buenos Aires y Sambinha, moviéndose en un constante mestizaje entre el pop, la samba e incluso el vals.

Tras formar dúo en 2014 con Rosemary Standley para el álbum Birds on a wire, en 2015 lanzó su segundo trabajo largo, Soyo, que una vez más ofrecía un recital de colorido, calma y melancolía con canciones como Vivo na maré, Volto já, Lisboa y Llegaré.

Definida por The New Yorker como «una maga muy hábil», Dom La Nena recorre el globo llevando un espectáculo para el que se basta ella sola, jugando con un looper que le permite ir incorporando en directo otros instrumentos.

Su nueva visita a España, tras acompañar a Julieta Venegas el año pasado, la lleva el 24 de enero al Teatre-Auditori de Sant Cugat del Vallès, el 25 a la Antiga Fàbrica Estrella Damm de Barcelona y el 26 al Café Berlín de Madrid.