Las primeras esculturas que se pueden ver datan de 1930, denominadas por Miró como construcciones y assemblages. A partir de 1966 realizará esculturas de forma sistemática hasta el final de su carrera, realizando más de cuatrocientas, prácticamente todas ellas en bronce.

En algunas de estas esculturas el artista recrea, con su lenguaje poético único, un universo enigmático de seres teatrales, como en el caso de Gymnaste (1977), Jeune fille à l’étoile (1977), Danseuse (1981) o Le Chanteur d’opéra (1977). Para componerlas, Miró otorga a objetos cotidianos, tales como sillas, perchas o instrumentos de cocina, una nueva personalidad. El Chanteur Mongol (1971) recoge el timbre de su casa, que sobre una masa de arcilla con un orificio inferior evoca una figura femenina.

El taller de Miró estaba poblado de múltiples objetos que muchas veces, combinados de forma aleatoria, concluían en una escultura. Como escribe Jacques Dupin, amigo y biógrafo de Miró, “todo empieza con una recolección súbita. Miró se escabulle fuera del taller como una sombra y vuelve cargado como un ganapán […] es el tesoro secreto de un vidente, el yacimiento de una riqueza infinita de objetos insignificantes donde Miró reconoce los suyos”.

Así, el artista, como también recuerda Dupin, “a veces se extasiaba ante lo que para mí era invisible”. Es el caso de la escultura de más de tres metros de altura titulada Souvenir de la Tour Eiffel (1977), uno de los ejemplos más claros de una obra realizada tras un proceso de reflexión, donde las sucesión de ideas, variaciones, añadidos y assemblage de objetos que se encontraban en el estudio del artista se convierten en una pieza escultórica.

Además existen múltiples dibujos preparatorios y fotografías del estudio donde se ven los elementos de la obra apoyados en las paredes, en el suelo… Una escultura realizada con una lámpara de mimbre que se apoya sobre cuatro patas cuya pantalla ha sido sustituida por la figura de un cabezudo, concretamente la cabeza de Groucho Marx. Una horca de madera como una peineta remata la pieza que a sus pies tiene una caja repleta de tubos de pintura usados y cables… Todos estos objetos son fundidos posteriormente en bronce.

La selección de la exposición se completa con pinturas y dibujos como Oiseau, étoiles (1977), Composition (1976) o Homme, femme et oiseaux dans la nuit (1970). Algunas de estas obras se exponen por primera vez.