¡Mírame! Retratos y otras ficciones en la Colección ”la Caixa” de Arte Contemporáneo.Desde sus inicios en 1985, la Colección ”la Caixa” de Arte Contemporáneo responde a la voluntad de explorar la naturaleza de la imagen y del arte. Las cerca de mil obras que la componen no solo plasman la memoria histórica del arte de las últimas décadas, sino que también ofrecen una amplia y variada visión de la continua interrogación del arte sobre nuestro mundo actual a partir de artistas clave.

¡Mírame! reúne un total de 39 obras, 37 de ellas seleccionadas a partir de la Colección ”la Caixa”, además de dos obras procedentes del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA).

La exposición no se ciñe a la representación de rostros o figuras concretas, sino que también incluye símbolos que definen al individuo social y culturalmente, con una gran variedad de prácticas (fotografía, pintura, escultura, filme y vídeo).

Noción de identidad

El retrato es uno de los géneros más antiguos del arte. A lo largo de la historia del arte, la práctica de este género ha demostrado, igualmente, la necesidad del ser humano de afirmar y destacar su presencia en el mundo. El retrato ha sobrevivido hasta la actualidad, aunque ampliando su definición. Con nuevos conceptos, técnicas y lenguajes, el arte más reciente nos muestra la infinidad de posibilidades de producir imágenes de la condición humana y de explorar la compleja noción de identidad.

¡Mírame! Retratos y otras ficciones en la Colección ”la Caixa” de Arte Contemporáneo.¡Mírame! se divide en cuatro secciones que agrupan las obras por afinidades conceptuales: la emoción a escena, las convenciones de la identidad, la memoria del rostro, y máscaras y otras ficciones.

La exposición no ha sido concebida como una galería de retratos, sino como un laberinto de miradas que interrogan sobre cómo nos vemos y nos construimos. Gillian Wearing, Cindy Sherman, Roni Horn, Gerhard Richter, Victoria Civera, Runa Islam, Marlene Dumas, Jean-Michel Basquiat, Günther Förg, Óscar Muñoz, Esther Ferrer, Rineke Dijkstra, Bruce Nauman, Carlos Pazos y Pedro Mora son algunos de los artistas representados.

La dimensión existencial inherente al retrato hace que se encuentre inevitablemente sujeto a los cambios ideológicos y a las corrientes de pensamiento, aunque su gran transformación se inició con la democratización de la fotografía y el cine. Actualmente experimentamos su apoteosis con las tecnologías digitales y las redes sociales, que ponen de manifiesto no tan solo el narcisismo que caracteriza a nuestra época, sino también nuevos sistemas visuales.

Entre lo analógico y lo digital

La muestra se sitúa en ese momento de transición entre lo analógico y lo digital, conjugando pintura con fotografía y vídeo. La mayor parte de los artistas ponen a prueba los cánones normativos del género del retrato cuestionando convencionalismos y replanteando la noción de verdad. La pintura seleccionada descubre sus máscaras y maquillajes, mientras que la fotografía, incluida la digital, experimenta con la potencialidad de su ficción para producir desconcertantes efectos de realidad. Hay artistas que se interesan por la objetividad y el anonimato del retrato, mientras que otros enfatizan la creación de una identidad.

En esta última línea, los hay que desarticulan roles sociales y abordan la problemática de su representación, especialmente cuando esta noción ya no es estable y predeterminada, sino fluida y ambigua como nuestro mundo, anclado en el cambio perpetuo.

La mayor parte de las obras definen una figura, un rostro o la huella de la identidad humana, pero también tratan de indagar la naturaleza misma de la imagen definida. Ante estas obras se entiende que figurar ya no es reproducir, sino producir la imagen de un sujeto.