El cartógrafo. Foto: Ceferino López.

El cartógrafo. Foto: Ceferino López.

Tras La lengua en pedazos y Reikiavik, Mayorga regresa a los escenarios con una obra que tiene al teatro como hilo conductor entre el pasado y el presente. El autor se adentra en el conocido como Gueto de Varsovia, el más grande y más mortífero creado por los alemanes en Europa.

En este contexto, el dramaturgo ha situado la historia de Blanca, una joven que descubre la leyenda del cartógrafo del gueto. Esta tiene como protagonista a un prisionero ocupado en dibujar el mapa del mundo que le rodeaba, en medio de un clima marcado por la destrucción y la muerte. Debido a sus dificultades para caminar, contó con la ayuda de una niña que le recopilaba los datos necesarios. Blanca decide entonces iniciar la búsqueda de este viejo mapa y, al mismo tiempo, un proceso de descubrimiento de sí misma.

El texto de Mayorga, al igual que ocurre en otras de sus piezas, apuesta por el relato. Sin embargo, el autor huye del academicismo y pretende utilizar ese contexto histórico para hablar también del presente más palpable. La memoria, entendida desde una perspectiva terapéutica, asume un espacio central en el montaje.

De jueves a sábado a las 20.00 h. / Domingo a las 19.00 h.