Tomando como punto de partida el título de una de sus series, este recorrido muestra diferentes facetas de la investigación que realiza la artista. En concreto examina uno de sus referentes principales: el cuerpo femenino como espacio de quiebre, expuesto a la violencia y la fragmentación. Un cuerpo que tiene posibilidades infinitas, que se extiende más allá de las imposiciones y las fuerzas coercitivas.

Otra de las líneas de investigación presentes es su concepción de la fotografía como tecnología. Sádaba advierte que durante muchos años los aspectos formales y documentales de la fotografía se han utilizado para apoyar el conocimiento normativo, frente a lo cual propone una aproximación al medio como terreno para desplegar materialidades y herramientas, un lugar para expandir y contraer el tiempo-espacio, para alarmar y discrepar.

La muestra incluye obras de tres series diferentes: Poética de la Desaparición, Gulala y This is not my body, las cuales tienen vínculos formales e ideológicos, y a la vez muestran la diversidad y destreza con que produce la artista.

En Poética de la Desaparición, Sádaba como performer acude a su propio cuerpo para trabajar con la idea de una imagen que es y no es. Un yo que emerge y desaparece bajo condiciones tensas y dramáticas. Es un cuerpo al borde del colapso en su doble condición de imagen y fantasma, cuya identidad y existencia no dependen de su representación.

“Percibimos nuestros cuerpos como la cosa más común en el mundo, pero ¿se nos ha ocurrido cómo están socialmente limitados los márgenes de su representación?”, dice Sádaba, y como respuesta aporta un novedoso acercamiento a la noción de tiempo y trascendencia del medio fotográfico. Emplea el movimiento, el sentimiento y el tiempo como estrategias formales que definen el marco fotográfico, convirtiendo en obsoletos la imagen única y el carácter real-documental de la instantánea. Poética de la Desaparición forma parte de la colección del Guggenheim Bilbao.

Papel de periódico

Ixone Sádaba. Vista General en la Galería.La serie Gulala está compuesta por piezas en blanco y negro con imágenes semi-abstractas y primeros planos de trazos realizados en las paredes, techos y suelos de algún recinto. A simple vista nos parece estar ante una composición de texturas y claroscuros, pero la fragilidad de estas piezas impresas en papel de periódico contrasta con la dureza de su contenido.

El cuerpo es evocado a través de los rastros que han dejado las huellas de la violencia ejercida sobre mujeres y niños que fueron confinados y torturados en Amna Suraka (Seguridad Roja), cárcel de la ciudad de Halabja, en el Kurdistán iraquí. Sobre la formalización de este trabajo, Sádaba explica: “El papel de prensa no es un material duradero. No es cromogénico o fotográfico, en realidad, es el objeto más perecedero: es el diario de ayer”. Con esta decisión hace referencia a la corta relación, tanto física como emocional, que mantenemos con la prensa y sus noticias en la actualidad. Gulala es una de las series realizadas por la artista durante su residencia en Delfina Foundation, Londres.

This is not my body es la última producción de la artista, donde una vez más regresa al cuerpo como protagonista. Para Sádaba exponer el propio cuerpo implica una actitud política fundamental, es la forma más genuina de expresar identidad. Explica que su cuerpo es «la cara y las manos, pero también el culo y la vagina”, es su representación y los signos que acompañan esta representación. Es por eso en este trabajo los materiales que normalmente se utilizan para enmarcar dejan de ser accesorios, salen de atrás de la imagen y conquistan otro rol.

«Hace años que comencé a considerar que había algo taxativo en el hecho de enmarcar una imagen –explica la artista. Así que comencé, primero, a fragmentar los encuadres y la propia fotografía, para más tarde comenzar a abrir el marco, desestructurarlo y jugar con los elementos que habitualmente lo componen: madera, metal, cristal, foam… Aparecieron entonces relaciones muy interesantes a nivel escultórico entre todos ellos. Y resulta que la imagen dejó de funcionar de forma independiente. Tampoco lo hacía como superficie, sino como un elemento más en relación al resto. La imagen perdió, de golpe, autoridad».

Esta exposición personal es una alegoría que una vez más debate sobre la representación-identidad del cuerpo femenino. Esta idea se une a su experiencia en el trabajo con diversos materiales para mostrarnos el lirismo de un cuerpo que a veces no reconoce y a la vez habita.