El Centro Niemeyer acoge ahora Francis Bacon. La cuestión del dibujo, una exposición que reúne 73 dibujos a lápiz, pastel y collage que quiere desmentir la creencia popular de que Bacon dibujaba únicamente como medio preparatorio para sus pinturas.

Las 73 obras expuestas forman parte de la colección The Francis Bacon Collection of the Drawings Donated to Cristiano Lovatelli Ravarino. Obras que el propietario de dicha colección, periodista y pareja del pintor durante años, recibió como regalo de manos de Bacon, fechados y firmados entre 1977 y 1992. De las obras presentes, 15 se podrán ver por primera vez en España en el Centro Niemeyer y dos de ellas, Pope y Crucifixion, ambas de 1992, destacan por sus grandes dimensiones (2 X 2 m).

No se trata, por lo general, de bocetos ni dibujos preparatorios, sino que son obras por derecho propio, muchas de ellas de gran tamaño y apabullante colorido, en las que se repiten algunos de los temas que obsesionaron a Bacon a lo largo de su carrera, como el retrato del papa Inocencio X de Velázquez, las crucifixiones o los retratos y autorretratos.

Comisariada por Fernando Castro Flórez, La cuestión del dibujo pretende arrojar algo de luz sobre una de las cuestiones más discutidas del que probablemente sea unos de los artistas más importantes del siglo XX.