El presidente ha acudido a la visita acompañado por Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, y José Guirao, ministro de Cultura. Para Miguel Falomir, director del Prado, “es un día importante para el museo, para los madrileños, para los españoles y para todos los amantes de la cultura” y ha querido recordar que “es importante que una institución de referencia mundial pueda satisfacer y ampliar los servicios al ciudadano y eso es imposible sin la ayuda de los poderes públicos”.

El nuevo espacio ganará hasta 5.800 metros cuadrados, de los que 2.500 serán destinados a espacio expositivo, completando así el Campus del Museo del Prado, un espacio único entre los distintos edificios, el original de Villanueva, el Casón del Buen Retiro, el edificio de los Jerónimos y el nuevo Salón de Reinos.

Los arquitectos Norman Foster y Carlos Rubio, que han guiado la visita, son los responsables del proyecto de ampliación del antiguo Museo del Ejército, un edificio del siglo XVII, antiguo Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, de gran importancia arquitectónica.

La ampliación contribuirá a transformar una zona que aspira a ser declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en una candidatura que podría unir al Prado con el Parque del Retiro. La incorporación de este edificio al Campus del Museo es el principal objetivo de la conmemoración del segundo centenario, cuya celebración comienza este otoño.

La propuesta de Foster y Rubio rentabiliza al máximo el uso museístico en el edificio y crea un gran atrio de acceso en la fachada sur, imprimiendo a este espacio un carácter semiabierto y permeable al exterior, pero suficientemente controlado para que sirva de protección a la fachada original del Salón, en la que se recuperan sus huecos y balconadas. Sobre dicha fachada emerge la prolongación de un gran espacio expositivo en planta tercera, con mayor altura libre y anchura que el actual, formando la cubierta del atrio, a la vez terraza orientada al campus.