La galería Cayón ha anunciado que desde ahora representará en exclusiva al legado del artista José Guerrero (1914 – 1991). A finales de 2014, fecha que coincide con el centenario del nacimiento del artista, la galería organizará su primera exposición dedicada al artista.

La infancia de José Guerrero, granadino de nacimiento pero nacionalizado estadounidense, fue la de un niño pobre pero feliz. Sujeta a las precariedades que la realidad de principios de siglo les deparaba a los de condición humilde, conoció en pocos años varios domicilios y hasta tres centros educativos. La muerte de su padre en 1929 y la delicada situación en que quedó la familia obligó a José, que contaba 14 años, a interrumpir los estudios para iniciar su peregrinaje laboral.

Aventura europea

Tras sus inicios en la Escuela de Artes y Oficios de Granada, estudió en la Academia de San Fernando (Madrid), antes de marcharse a París (1945), donde pudo conocer de primera mano la vanguardia europea, principalmente de los autores españoles como Pablo Picasso, Joan Miró o Juan Gris.

Después de pasar un verano entre Huy (Bélgica) y Bruselas, en el otoño de 1948 trasladó su residencia de nuevo a París, volviendo a alojarse en el Colegio de España, que en esta ocasión compartiría, entre otros, con

Palazuelo, Chillida, Abel Martín y Sempere. Pintó entonces una serie de cuadros, luego destruidos, sobre el tema del metro, otros “lorquianos”, y las primeras tentativas propiamente semiabstractas.

Camino al expresionismo abstracto

El 25 de abril de 1949 se casó con Roxane; los recién casados hicieron un viaje de novios por España en el que la madre de José conocería a su nuera. Ya en otoño, el nuevo matrimonio se trasladó a Londres.

En noviembre de 1949, al poco de clausurar la exposición londinense de José, el matrimonio Guerrero dio el salto definitivo y se marchó a los Estados Unidos. Primero a Filadelfia, para vivir en casa de los padres de Roxane, y por fin, ya en 1950, a Nueva York, donde encontraron acomodo en Morton St. (Greenwich Village). A partir de entonces, Guerrero comenzó a realizar pintura abstracta, recibiendo influencias de pintores como Mark Rothko, Clyfford Still o Franz Kline y convirtiéndose en uno de los representantes del Expresionismo Abstracto.

Numerosos centros y museos de todo el mundo cuentan con obra de José Guerrero entre sus fondos, como el Museo Guggenheim de Nueva York, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) y en el Museo de Arte Abstracto Español (Cuenca), centro en el que intervino en su creación. Además, en el año 2000 se inauguró en Granada un Centro de Arte que lleva su nombre, Centro José Guerrero, gracias a la donación realizada por la viuda del artista a la Diputación de Granada.