En el acto de presentación, celebrado en la librería Rafael Alberti de Madrid, los intervinientes, –el editor Jesús Egido, el periodista Jesús Marchamalo, la propia ilustradora y el responsable de la edición–, coincidieron en destacar la necesidad de arrinconar de una vez por todas la imagen de blandenguería que, injustamente, muchos siguen asociando a Bécquer y a su obra.

Haciéndose eco de ese propósito MO (Mónica) Gutiérrez Serna ilustra la gran obra del padre de la poesía española contemporánea haciendo dialogar los versos del poeta con las tendencias plásticas actuales. «El resultado es un juego de fuerza y delicadeza, algo así como esculpir el aire», se apuntó.

Toda la literatura del escritor sevillano, y también sus Rimas, son el origen de una estirpe que, a través de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, los hermanos Machado y la Generación del 27 conduce a Gil de Biedma, a los Novísimos, a la generación de los 80 y a la poesía del siglo XXI. «Es un poeta de una modernidad manifiesta que nos ha dejado obras que parecen escritas hoy mismo», afirmó Luis Alberto de Cuenca.

A los 35 años

En el invierno de 1870, de regreso a su casa en la entonces recién trazada calle de Claudio Coello desde su tertulia en el café Suizo, –hoy cafetería Hontanares, en el número 6 de la calle de Sevilla–, Bécquer cogió un resfriado que derivó en la pulmonía que acabó con su vida el 22 de diciembre de 1870, cincuenta y siete días antes de cumplir treinta y cinco años.

Estaban a su lado en el momento fatal varios de sus más próximos amigos, como el pintor palentino José Casado del Alisal (que hizo un conocido apunte del escritor en su lecho de muerte), el periodista cubano Ramón Rodríguez Correa y el poeta madrileño Augusto Ferrán.

El día de Nochebuena de 1870, a la una de la tarde, después del funeral, tuvo lugar una reunión de sus amigos más afectos en el estudio de Casado del Alisal, quien propuso editar las obras del difunto a expensas de los concurrentes. Dicho y hecho.

Como recuerda el prologuista: «En 1871 aparecieron los dos míticos volúmenes de que constan las Obras de Gustavo en prosa y en verso, costeadas por sus amigos y editadas en la imprenta de Fortanet».

Bécquer había copiado en un libro de cuentas sus 76 Rimas en 1868—en el conocido como Libro de los gorriones—, incluyendo tres poemas que no están en la primera edición de sus Obras y que se recogen en un apéndice en la edición ahora ilustrada.

rimas_becquerRimas

Gustavo Adolfo Bécquer
Ilustraciones de MO Gutiérez Serna
Edición y prólogo de Luis Alberto de Cuenca
Editorial Reino de Cordelia
152 páginas
24,95 euros

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