Los tres tomos del románico en Barcelona actualizan los estudios realizados hasta el momento y se suman a una colección mucho más amplia, la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica, en la que la Fundación lleva trabajando más de dos décadas y que con esta última publicación alcanza los 45 tomos. Un proyecto que, unido al portal Románico Digital, está sirviendo para contribuir a la difusión internacional del románico de la Península.

«Cuando hace 11 años presentábamos los primeros tomos de la Enciclopedia del Románico en Castilla y León, ni siquiera sospechábamos que estábamos poniendo la primera piedra de un edificio que con el paso del tiempo iba a adquirir una forma cada vez más definida: la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica«, explicaba José María Pérez «Peridis», presidente de la Fundación Santa María la Real, a los amigos, aficionados e investigadores que se han congregado en la Sala de la Cúpula del MNAC para asistir a la presentación de estos primeros tomos.

En su intervención ha estado acompañado por el presidente del Patronato del Museu, Miquel Roca, así como por representantes de algunas de las instituciones que han hecho posible la edición de la enciclopedia, como la directora general adjunta de la Fundación «la Caixa», Elisa Durán, el director general de Transporte de Red Eléctrica de España, Carlos Collantes, o el director general de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio de la Generalitat de Catalunya, Joan Pluma, quien ha puesto de relieve la significación del románico catalán y la conveniencia de avanzar en su descripción como medida para asegurar su difusión y protección.

Millar de testimonios

La Fundación Santa María la Real, a través del Centro de Estudios del Románico, ha contado con la colaboración de Manuel Castiñeiras, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Jordi Camps, del MNAC, quienes han supervisado y coordinado los estudios históricos, mientras que el arquitecto Jaume Moya ha hecho lo propio con los levantamientos planimétricos.

Ellos tres han dirigido un equipo integrado por cerca de 70 personas, entre historiadores y arquitectos, que, tras varios años de trabajo, investigación y estudios previos, han conseguido documentar cerca de un millar de testimonios románicos en 253 localidades, distribuidas en 11 comarcas. «Desplegados por caminos y sendas, por valles y montes, los jóvenes licenciados han catalogado todos los vestigios de Cataluña y los acercan a nosotros con esta primera entrega de los volúmenes de Barcelona», apuntaba ‘Peridis’.

El lector podrá encontrar información acerca de la ubicación de la pieza o testimonio, su historia y evolución. Del mismo modo se recogen fotografías de los elementos más destacados y planimetrías del monumento en cuestión para permitir una mejor comprensión y análisis.

Además de la catalogación de monumentos, ordenados alfabéticamente y por localidades, los tomos de Barcelona, de los que se han editado 1.500 ejemplares (750 en español y 750 en catalán), incluyen seis estudios previos que permiten profundizar en aspectos como el descubrimiento del románico, la expansión de la Casa de Barcelona, la reorganización del territorio, la arquitectura románica de Cataluña, la escultura o las artes pictóricas del románico catalán.

Actualizar conocimientos

La publicación de estos tres volúmenes constituye una gran oportunidad para actualizar los conocimientos sobre el románico de Cataluña en una obra de síntesis, tras varias décadas de investigación científica y trabajos de excavaciones arqueológicas y de restauraciones que han renovado profundamente el estado de la cuestión.

Por primera vez en la trayectoria de la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica, cada uno de los tomos incluye además un código QR que permite descargar los estudios previos, índices y bibliografía para que cada volumen pueda consultarse o comprarse por separado.

Durante la presentación se ha avanzado también que los próximos en incorporarse a la colección serán los tomos correspondientes al románico de Tarragona, mientras se sigue trabajando en Lérida y Gerona.