–propietario del material atribuido a Kahlo– ha salido al paso de estas acusaciones afirmando en unas declaraciones realizadas en exclusiva a hoyesarte.com que "no entiende cuál es el concepto de fraude" de la experta en arte latinoamericano Mary Ann Martin, una de las más críticas con la autoría de la colección.

Trabajo de autentificación

"Nosotros encontramos un archivo de más de 1.200 piezas –aseguró Noyola–, algunas firmadas por Frida Kahlo, y hemos seguido un protocolo responsable para dictaminar su autentificación. Hemos dedicado más de cuatro años a la tarea de investigación, análisis y estudio de los archivos y, debido a las conclusiones de los mismos, el estatus de la colección es en este momento atribuido a Frida. Sólo estamos haciendo nuestro trabajo”.

Además el anticuario aseguró que este material “no está en venta porque entendemos que es de gran importancia para México y debe ser exhibido como un todo en un museo”.

Diferentes posiciones

La editorial describe este lote como "un asombroso archivo perdido de una de las más reverenciadas artistas del siglo XX… lleno de deseos, hirviente furia y escandaloso humor". La pareja de anticuarios Carlos Noyola y Leticia Fernández adquirieron estas obras y objetos durante el período 2004-2007 a un abogado quien a su vez los habría adquirido de un tallista que los habría recibido directamente de Kahlo.

Sin embargo, Mary Anne Martin, una marchante neoyorquina experta en arte latinoamericano que ha comprado y vendido numerosas obras de Kahlo, declaró que "los editores han sido víctimas de un gigantesco fraude. Los autores han construido todas estas cartas, poemas, dibujos y recetas basándose en la biografía de Frida y en cartas suyas ya publicadas. Los dibujos están mal hechos, la escritura es infantil, el contenido, vulgar y los dibujos de anatomía parecen más bien de un libro de instrucciones de carnicería. Las pinturas son pastiches basados en las obras publicadas. La procedencia es siempre incontrolable y sin sentido. No hay nada que me gustara más que descubrir un grupo de obras desconocidas de Frida Kahlo, pero en concreto estos objetos no pasarían la más mínima revisión de Sotheby’s, Christie’s o de mi propia galería. Me sorprende que este asunto haya llegado tan lejos".