Los estudios Warner Bros se dieron cuenta de que el fotoperiodismo podía vender las películas mucho mejor y le ofrecieron trabajo a Willoughby como fotógrafo para trabajar en los rodajes. En su prestigiosa carrera en Hollywood tomó fotografías de, entre otras estrellas, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor y Jane Fonda. En sus imágenes intentaba sorprender a los actores para mostrar un retrato más profundo y con más matices que cualquier posado.

Una mañana de 1953 le pidieron que fotografiara a Audrey Hepburn, una actriz recién llegada. Aquel era un encargo rutinario, sin embargo, en cuanto vio a aquella joven de origen belga, el fotógrafo quedó prendado de ella. Cuando la carrera de Hepburn comenzó a despegar después de ganar un Óscar con su debut en Vacaciones en Roma, Willoughby entabló una sólida amistad con la actriz, a la que retrató en el plató y en privado.

Sus fotografías inolvidables, perfeccionistas y entrañables, revelaban variadas facetas de la belleza y la elegancia de Hepburn, y se recogen ahora en el volumen de Taschen. Una retrospectiva única de una de las mujeres más inolvidables del siglo XX.


Bob Willoughby. Audrey Hepburn. Photographs 1953–1966. PortadaBob Willoughby. Audrey Hepburn. Photographs 1953–1966
Bob Willoughby
Taschen
280 páginas
29,99 euros