Activista, novelista, poeta, periodista y confeso enamorado de España, Ehrenburg dedicó su vida a la propaganda. Novelista criticado en su país, en 1932 aceptó ser corresponsal del Izvestia en París, convirtiéndose en un relevante periodista oficial que describía a Stalin como «un capitán que permanece junto al timón… con el viento de costado, mirando la oscuridad profunda de la noche… con un enorme peso sobre sus hombros».

Su nombre se relaciona, en primer lugar, con el intelectual que colaboró sin reservas con el régimen soviético, y, en segundo lugar, con su amigo Vasili Grossman, con el que escribió, en colaboración con terceros, el terrible El libro negro sobre el exterminio sistemático y premeditado de millones de inocentes llevado a cabo por el Ejército alemán en su invasión de la URSS.

Aunque incómodas para el régimen soviético (hasta 1990 no fueron editadas enteras y sin censura), estas memorias no dejan de ser los recuerdos de alguien que, en su relación con los más relevantes intelectuales europeos, intentó atraerlos a la propaganda del comunismo. Y, a su vez, fueron también, como recuerda Nadiezhda Mandelstam, «el único de sus libros que desempeñó un papel positivo en su país», porque –afirma– «abrió los ojos a una minoritaria intelligentsia». Imprescindible.


ilia ehrenburg

Gente, años, vida (Memorias 1891-1967)
Iliá Ehrenburg
Traducción: Marta Rebón
Acantilado
2.064 p
55 euros

Extracto del libro