En la contraportada del libro de este hijo y nieto de béticos, socio en Voladizo y Gol Sur hasta su asentamiento en Madrid en 2003, «que hace una década vive y sufre su beticismo en el exilio interior»,  toda una declaración de principios: «Para ser del Betis no hay cien motivos, hay mil, un millón. Y con uno sólo bastaría para ver la luz, abrazar la fe verdadera y disfrutar de sentimiento tan profundo, auténtico y peculiar». Así de directo. Tan de rompe y rasga.

Fidelidad absoluta

Desde el «manquepierda», que hace referencia «a esa condición de irreductibles que caracteriza a los béticos en su relación con el equipo; a la fidelidad absoluta de sus aficionados, independientemente de las circunstancias, los resultados, la clasificación o la categoría en la que milita el equipo; a la superioridad de lo sentimental, lo familiar y lo festivo sobre lo estrictamente deportivo». Hasta el «yo no me voy del campo si no es con los pies por delante», que formuló a voz en grito un mítico conserje de su estadio tras más de cincuenta años de vinculación al club, se suceden los cien capítulos, el centenar de motivos que repasan el fervor de los aficionados  y logran enganchar al lector a través de un sinfín de «recuerdos, anécdotas, personajes, títulos, victorias, derrotas y emociones».

¡Ah! y de postre la firme apuesta del autor porque: «El que ya es del Betis se verá reflejado en todas y cada uno de estos relatos, y el que aún no ha descubierto que lo es, tiene ahora una oportunidad única para empezar a sentir y disfrutar ese beticismo que, aunque no lo sepa, ya late en su corazón».

A «betificarnos» pues, que como reza el irreductible dicho, consiste en transmitir la afición por el Betis a quien no conocía del beticismo por vía hereditaria o familiar e «intentar atraer a la fe verdiblanca a todo aquel que aún no comulga con la misma». Así de sentido. Así de entrañable, «manquepierda».


portada100 motivos para ser del Betis

Daniel Gil Pérez
Ediciones Lectio
216 páginas
14,70 euros