Tras haber escrito sobre cine en distintas revistas especializadas. Tras ganarse la vida escribiendo diálogos y haciendo traducciones para doblajes, hoy compagina su labor literaria con la docente, en el Instituto Europeo de Diseño, y con colaboraciones periodísticas. Su novela Te escucho, –editada en España por Alevosía, nuevo sello de Ediciones Siruela–, ha sido traducida a cinco lenguas. En ella se mueven personajes que esconden más que muestran. El secreto del protagonista de esta inquietante historia escucha a través de una pared las conversaciones telefónicas de sus vecinos. Al conocer las otras realidades se irá poco a poco involucrando en sus vidas…

Interés por la comunicación y por el entorno, ¿por eso su último libro se titula Te escucho?

Supongo que de un modo más o menos consciente detrás de ese Te escucho hay alguien que está pendiente de lo que pasa en su entorno. En ese sentido es probable que la persona y la escritora se fundan y el resultado sea un libro como ese.

 

 

El cine y el arte forman también parte de sus querencias mayores…

La literatura es la clave. Lo que más me interesa, pero no puedo olvidarme que provengo del cine y, claro, para alguien que tiene como aliados a la literatura y al cine, el mundo del arte también es importante. Pero, insisto, la literatura es el foco principal. 

¿Influencias?

No sabría decirlas así, de pronto. No las sé. Aunque tengo claro que me gustan mucho los grandes narradores norteamericanos como Roth. Me interesan mucho aquellos escritores que se centran en la familia como reflejo macroscópico de la sociedad. La familia como un núcleo y un espejo social. La familia concita toda la problemática del ser humano. Es, al tiempo, extremadamente complicada y extremadamente interesante. Es un abanico, un crisol de la problemática de todo tipo, incluso la más extrema, que podemos ver en el mundo.

¿Y en el arte?

Me interesa mucho, muchísimo, la fotografía como una expresión artística esencial del mundo contemporáneo. He descubierto hace poco ese mundo y lo he hecho desde la consciencia de que la fotografía y la vanguardia van muy unidas. En la fotografía están muchas de las ideas innovadoras que han hecho que el arte se constituya en espejo del mundo. No quiero decir que la pintura y la escultura no me interesen, pero en este momento me siento más influenciada por la fotografía.

te_escucho_federica_de_paolisVolvamos a Te escucho, ¿por qué este libro?

Me obsesiona la comunicación y la incomunicación. Creo que hay un gran problema en este sentido. Cada día es más difícil hablar, contar. Me refiero a hablar de verdad. Es decir, alguien que habla y alguien que escucha. Entre esas personas se produce un intercambio. No hablo de alguien que se sienta delante de la televisión y se traga lo que le echen. Alguien que tiene una nula capacidad de respuesta.

Dicho esto, para mí la escucha forma parte de la comunicación. Estamos continuamente bombardeados como si no nos dejasen sentir la soledad. Continuamente estamos escuchando, pero no nos escuchamos a nosotros mismos o a quienes tenemos más próximos. Creo que este es un problema porque la escucha es esencial para poder entendernos a nosotros mismos. Para conocer nuestra realidad. Si escuchásemos a nuestro entorno inmediato, seguramente nos escucharíamos más a nosotros mismos y podríamos entender mejor nuestros miedos, nuestros problemas, etc. Los personajes de Te escucho son emblemáticos en este sentido. Cada cual tiene unos problemas y unos miedos que, en el fondo, son los de todos. Vivimos en un mundo hiperinformado pero mal o muy poco comunicado.

¿Cuál es su próximo proyecto?

He escrito un libro que también habla de la familia. La protagonista es una mujer que se separa de su marido y descubre que cuando parece que la vida se acaba hay más vida. Hay un personaje clave que es un niño de ocho años. La historia tiene dos planos, dos perspectivas: la de una persona adulta y la de un niño. De esa confrontación, de esos dos planos surge el libro, porque es evidente que esas dos visiones no coinciden. Es más, son completamente distintas a la hora de enfocar una realidad que, en principio, es la misma para los dos. Es decir, el libro habla de la relatividad de la realidad.

Especialmente centrada en la persona, ¿cómo ve al ser humano en el momento de crisis actual? ¿Considera que cambiará tras estos tiempos complejísimos que estamos viviendo?

La crisis socioeconómica está incidiendo de manera muy clara sobre todos nosotros. Hay que hablar nuevamente del discurso de la comunicación. Ahí está internet, las redes sociales, etc. Me parece que la crisis puede tener un efecto positivo y esa es mi esperanza, en el sentido de que amplíe la comunicación y nos permita volver a establecer lazos. Que los seres humanos vuelvan a comunicarse como tales, apelando al corazón y a los sentimientos. De esta crisis saldremos y confiemos en que lo hagamos para vivir una situación mejor. Espero que la literatura, que es barata, económicamente muy rentable en todos los sentidos, contribuya a forjar este nuevo marco.