Sus autores, Florentino Paredes, Salvador Álvaro y Luna Paredes, se proponen resolver las cuestiones que se le plantean a un usuario que quiere ajustarse a la norma culta del español. Que sean 500 (ni más, ni menos) responde a dar cabida a las dudas más frecuentes sin dejar de publicar un volumen manejable, siempre pensando en resultar útil para un público amplio.

¿Se dice «horas extra» u «horas extras»? ¿»Veintún personas» o «veintiuna personas»? ¿Es lo mismo «islamista» que «islámico»? Las dudas no son un problema si tenemos herramientas para resolverlas. Convertirse en una de ellas es el propósito de Las 500 dudas más frecuentes del español.

La presentación del tomo ha tenido lugar en la sede del Instituto Cervantes de Madrid, donde su director, el filólogo Víctor García de la Concha, ha avalado la iniciativa. Hace menos de un año tildaba de «zarrapastroso» el español que se maneja actualmente. Defiende la necesidad de una «campaña positiva» para revertir la situación cuyo eslogan, claro y conciso, ha lanzado en la presentación: «No maltrate el español. Hable bien. Escriba bien».

En cinco capítulos

Las 510 páginas del libro están divididas en cinco bloques temáticos. El primero de ellos está dedicado a las dudas generales que aclaran algunos aspectos básicos de nuestra lengua, como las razones por las que una expresión no se considera correcta o quién determina su validez. El segundo capítulo recoge 190 preguntas sobre la pronunciación y la ortografía.

El más extenso de los capítulos es el tercero, que aborda en 210 puntos preguntas relacionadas con la gramática. Desde la formación de las palabras hasta el género y número, pasando por el queísmo, el dequeísmo, el laísmo o el leísmo. Los últimos capítulos abordan dudas sobre el léxico, el significado de las palabras y los problemas específicos que surgen al redactar textos como un correo electrónico o un currículum.

Emoticonos, arrobas y vigencia

Esta edición incluye respuestas a unas cuantas preguntas de actualidad relacionadas con la redacción de correos electrónicos, la utilización de las abreviaturas y emoticonos en los mensajes de texto o la posibilidad de usar la arroba en el lenguaje inclusivo.

Las 500 dudas más frecuentes del español nos invita a cuestionarnos absolutamente todo, así que es lógico que quien se acerque a este libro se pregunte por su obsolescencia. Si la lengua no deja de cambiar y somos nosotros, los hablantes, quienes la modificamos, ¿durante cuánto tiempo vamos a poder utilizar este manual como referencia, antes de que cambien las normas otra vez.

Las cosas de la RAE van despacio. Así, en el libro encontramos referencias a los SMS, actualmente casi en desuso, pero no a una aplicación de creciente popularidad como es el Whatsapp. El lenguaje está vivo y Las 500 dudas más frecuentes del español sabe que su vigencia es limitada. Aceptada su naturaleza efímera, se propone como un apoyo para el usuario del español, que encontrará en él un estímulo para investigar también por su cuenta en otros tomos de referencia.

La mayor amenaza

Aunque no son pocos los que apuntan a las nuevas tecnologías como una fuente de problemas para el buen uso del español, la mayor amenaza para el director del Instituto Cervantes tiene que ver con la falta de hábito de lectura. Aprender las reglas del idioma no solo tienen que ver con estudiar en la escuela, si no también con leer. «La lectura es la que ayuda», ha apuntado.

El eslogan que proponía inicialmente para no maltratar nuestro idioma se completa con otro imperativo: «Lea usted más».

 


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Las 500 dudas más frecuentes del español
Florentino Paredes, Salvador Álvaro y Luna Paredes
Espasa
510 páginas
24,90 euros
ePub: 15,99 euros