La presentación de la Biblioteca tendrá lugar en el transcurso de una recepción ofrecida conjuntamente por el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, y el bibliotecario del Congreso de los Estados Unidos, James H. Billington. En la recepción se contará también con la presencia de directores de las instituciones asociadas a este proyecto para presentarlo a los ministros, embajadores y delegados permanentes de los estados miembros, así como a algunas personalidades especialmente invitadas, que van a participar en la reunión de primavera del Consejo Ejecutivo de la UNESCO.

Siete idiomas

Esta gran biblioteca digital funcionará en siete idiomas -árabe, chino, español, francés, inglés, portugués y ruso-, aunque también contará con contenidos en otras lenguas del mundo. El trabajo principal del proyecto lo ha llevado a cabo la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. A su vez, la Bibliotheca Alexandrina de Egipto facilitó su asistencia técnica para el desarrollo de la web; mientras que otras bibliotecas y algunas instituciones culturales y educativas han contribuido con sus conocimientos especializados.

Sus características en materia de búsqueda facilitarán las investigaciones interculturales y a través de distintas épocas. Todos los temas irán acompañados de descripciones y algunos de ellos serán presentados en vídeos por bibliotecarios y archiveros especializados, a fin de que los usuarios puedan situar su contexto. Con esto se pretende también despertar la curiosidad de los estudiantes y el público en general, con vistas a incitarles a profundizar sus conocimientos sobre el patrimonio cultural de todos los países.

Tesoros culturales

Entre los tesoros culturales presentados en la Biblioteca Digital Mundial figurarán los siguientes: estelas y huesos para oráculos aportados por la Biblioteca Nacional de China; manuscritos científicos arábigos procedentes de la Biblioteca y Archivos Nacionales de Egipto; fotografías antiguas de América Latina conservadas en la Biblioteca Nacional de Brasil; el Hyakumanto darani, una publicación del año 764 custodiada en la Biblioteca Nacional de la Dieta de Japón; la famosa Biblia del Diablo del siglo XIII, perteneciente a los fondos de la Biblioteca Nacional de Suecia; y obras caligráficas en árabe, persa y turco de las colecciones conservadas en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.  

El único país de lengua española que participó de la construcción del sitio fue México, a través de su Centro para el Estudio de la Historia. También han contribuido con sus conocimientos especializados y han aportado contenidos al sitio web las bibliotecas nacionales y algunas instituciones culturales y educativas de Arabia Saudita, Brasil, Egipto, China, Eslovaquia, Estados Unidos, la Federación de Rusia, Francia, Iraq, Israel, Japón, Malí, Marruecos, los Países Bajos, Qatar, el Reino Unido, Serbia, Sudáfrica, Suecia y Uganda. 

Hasta ahora se han implicado en la Biblioteca Digital Mundial 32 organismos y a su financiación han contribuido empresas privadas como Microsoft o Google.

 

Un proyecto surgido en 2005

En 2005, James Billington tuvo la iniciativa de proponer a la UNESCO la creación de una biblioteca digital mundial, señalando que este proyecto “podría tener el efecto beneficioso de unir a las personas, exaltando el carácter profundo y excepcional de las diferentes culturas en un proyecto a escala mundial”. Además de promover el entendimiento mutuo en el plano internacional, el proyecto tiene las siguientes finalidades: ampliar la cantidad y diversidad de los contenidos culturales en Internet; proporcionar material de documentación, información y estudio a educadores, estudiantes y eruditos, así como al público en general; y, por último, crear capacidades en las naciones asociadas al proyecto, con vistas a reducir la brecha digital entre los diferentes países y dentro de cada uno de ellos.